Personas normales que nos gobiernen

Personas normales que nos gobiernen.
Personas normales que nos gobiernen.

Decía Antonio Machado que ser hombre (en acepción ser humano) es lo más importante que se puede ser. Añado de mi cosecha que infinitamente más importante que ser presidente o ministro del Gobierno de un país.

Ser hombre o mujer implica estar en posesión de determinadas cualidades qué, en el caso de personajes públicos, debiera obligarles más aún a comportamientos de ejemplaridad personal mínimamente exigibles qué entendemos "normales" en una existencia que transcurriera en el cumplimiento de la senda que siempre entendimos de "principios y-o valores".

Las recientes manifestaciones, tanto del Dr. Pedro Sánchez como de su particular y tutelada enfermera, ayudante y Licenciada Dña Yolanda Díaz acusando al Sr. Feijóo de mentir sobre su relación hace más de 25 años con Marcial Dorado: «Es inquietante su relación con un narco» me llevan a la reflexión que la gobernanza de un país no puede ni debe, en circunstancia alguna, estar en manos de gente incapaz de respetarse a si misma y capaz de infamias propias de ambientes turbios propios de viveros de matones, patanes, rufianes, pandilleros, macarras etc, y cuántos calificativos se le ocurran al lector.

Uno de los principios aceptados por los humanos es ser siempre responsables de nuestros actos, lo que incluye cuánto hacemos y decimos, lo que en mandatarios políticos que ostentan la máxima representación del poder ejecutivo es, además de absolutamente exigible, cualidad indicativa y visible de mínima "categoría y rigor personal".

Y si, hablo de individuos, hombres, y mujeres como es el caso del actual presidente del Gobierno de España que, junto a su antecesor Rodríguez Zapatero son responsables de la mayor tragedia en aspectos de orden Institucional, Moral, Social, Económico etc. en este nuestro país que, hubiera necesitado cuanto menos de seres "humanos normales" y a ser posible y en algún grado de "estadistas".

Hombres o mujeres cuyo interés hubiera sido el bienestar de los ciudadanos y no la consecución de apetitos insaciables de poder indicativos de psiquis enfermas en la que coinciden comportamientos narcisistas, cobardes, mentirosos y posiblemente de traición incluso personal. 

Ya en junio de 2021 y en artículo publicado describía así al personaje en que recaía la responsabilidad del gobierno de España:

>"Los hechos descritos podrían hace pensar estamos ante una persona con síntomas psicopáticos, en su caso de narcisismo al amar el poder desde y en cualquier ámbito, convertir a los demás en objetos de usar y tirar, carencia de empatía y sentimientos afectivos, sin respeto de límites y falto de sentimientos de culpa ante el dolor a otros"<

Intereses de un "globalismo" hoy imperante que ha situado lo peor de la especie humana valorando la única cualidad que entiende, cuál es su capacidad de "obediencia" al poder establecido de quienes en verdad mandan.

 

La historia confirma los ha habido similares, en muchos casos con fin trágico que, no obstante, no les deseo siempre que por el interés y bienestar social y económico de España no sigan por los derroteros que les han marcado y se larguen a sus casas a costa si es menester les paguemos sus finiquitos de por vida.

En fin, bien que lo siento, pero lo diré y repetiré hasta quedarme sin voz:

"Echémosles, aún hay tiempo, antes de que España se haya disuelto entre estertores de agonía a manos de gentes que, al amparo de estos mandatarios que padecemos, así lo han decidido"

Video del día

Pere Aragonès se va: primera consecuencia de la debacle
independentista en las elecciones catalanas
Comentarios