“A por Cospedal”. El PSOE da a Leire Pajín la consigna de ir a por la ‘número dos’ del PP: tiene que aprovechar la actividad en el Senado para marcarle y desgastarle todo lo posible
Otro duelo entre mujeres altos dirigentes de PP y de PSOE. A los enfrentamientos que protagonizan habitualmente en el Congreso la vicepresidenta De la Vega y la portavoz popular, Sáenz de Santamaría, se suma ahora la pugna que van a protagonizar Leire Pajín y María Dolores de Cospedal. Ésa es la intención de la recién nombrada senadora socialista.
La estrategia de Ferraz ha quedado perfectamente definida: Leire Pajín tiene a partir de ahora como principal función en la Cámara alta atacar dialécticamente a María Dolores de Cospedal, con el objetivo de desgastarle políticamente todo lo posible.
Según fuentes cercanas al PSOE consultadas por El Confidencial Digital, una de las consignas concretas que se le ha dado desde el ‘aparato’ a Pajín es que tiene que asistir a todos los plenos del Senado. Se trata de no repetir la actuación de Cospedal, a quien desde la bancada del grupo socialista se le ha criticado el estar ausente en la mayoría de las votaciones en la cámara, pero también de “obligar” la rival popular a acudir a la Cámara.
La orden que de enfrentarse a Cospedal aprovechando cualquier oportunidad tiene como objetivo provocar en la ‘número dos’ del PP los mayores dolores de cabeza posibles.
Como trasfondo de esta táctica de Ferraz está un objetivo: hacer que Cospedal tenga que ‘multiplicarse’, dedique más tiempo al Senado, y descuide así sus otras dos funciones: en Génova y en Castilla-La Mancha.
La escenificación de este enfrentamiento se vivió el miércoles, a propósito de la votación de la llamada ‘Ley Ómnibus’. Era el primer Pleno de Pajín, y la nueva senadora lo aprovechó para comenzar su ofensiva contra Cospedal.
La secretaria de Organización del PSOE intervino para arremeter contra la ‘número dos’ popular y criticó su ausencia del hemiciclo. Según ha podido saber ECD, el portavoz del grupo parlamentario, Pío García-Escudero, llamó por teléfono a Cospedal para instarle a que acudiera al Senado. Minutos después, Cospedal llegó a la Cámara, se sentó en su escaño y votó la ley.
