Tomás Gómez se ha convertido en la pesadilla de Ferraz pero la dirección del PSOE no se atreve a frenarle. El candidato del PSM se está blindando tanto si pierde como si gana

Tomás Gómez, secretario general del PSM (Partido Socialista de Madrid) y candidato en las elecciones autonómicas, empieza a ser considerado en la sede nacional del PSOE poco menos que una pesadilla o un forúnculo. Pero no se atreven a frenarle.

Fuentes socialistas, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, comentan que la ejecutiva federal está tratando de evitar enfrentamientos con él, aunque el dirigente madrileño se muestra cada vez más crecido desde que ganó en las primarias de Madrid a Trinidad Jiménez, la candidata ‘oficialista’.

Sobre todo quieren evitar el desgaste que un conflicto abierto supondría para el partido en vísperas electorales, que además se presentan muy mal. El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, se está sujetando para no llegar a mayores con Tomás Gómez.

El reciente enfrentamiento con Jaime Lissavetsky, candidato a la alcaldía de Madrid, al que ha impuesto el 80% de la lista de posibles concejales  que le acompañan, “no es más que una muestra del estilo impositivo y de hechos consumados que Gómez viene practicando desde las primarias”, según las fuentes citadas.

La dirección del PSOE tiene medios de hacerle entrar en razón, pero sería muy negativo recurrir a la disciplina interna, por la mala imagen que supondría para el partido. Y, por otro lado, la propuesta de Gómez al Ayuntamiento, llena de ‘tomasistas’, se puede “peinar” en la comisión de listas, los próximos 7 y 8 de marzo, cuando el partido dará el visto bueno a las candidaturas electorales.

Blindado

Lo que también preocupa en Ferraz es que Gómez ha encontrado una estrategia electoral que le puede blindar ante una posible derrota.

Si va a las elecciones enfrentado a la dirección, puede argumentar que su desastre se debe  al partido, que le ha desgastado y no le ha apoyado, algo que lo castigan los electores. Si gana, cosa muy difícil frente a Esperanza Aguirre, podrá ponerse la medalla de un triunfo por sus méritos propios y a pesar de la falta de apoyo de la dirección.

Desde las primarias, Tomás Gómez se ha endurecido y ha crecido en liderazgo. Y, sobre todo, sus asesores “le han encontrado blindajes tanto si gana como si pierde”.  Es como lo ven en Ferraz, aunque externamente guardan las formas.

 

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