Ayuso también se planteó dimitir por los ataques a su familia pero no lo hizo público
La persecución a sus padres, a su hermano y a un sobrino le llevó a abrir un período de reflexión y considerar si merecía la pena seguir en política
Pedro Sánchez anunció la semana pasada que se planteaba si debía renunciar al cargo, y a la política, ante lo que calificó de maniobra de la derecha y ultraderecha contra su mujer, tras la noticia de que un juez había abierto una investigación sobre los negocios de Begoña Gómez. Isabel Díaz Ayuso pasó por un proceso similar, pero no lo hizo público.
El 22 de febrero de 2022, Pablo Casado presentó la renuncia como presidente del Partido Popular, cargo al que había llegado tras un congreso celebrado en julio de 2018. Su dimisión fue el resultado final de una pelea interna, una ‘ofensiva’ desde ámbitos del PP contra la líder madrileña, Isabel Díaz Ayuso, en la que se manejaron acusaciones a su hermano de contratos irregulares de suministro de mascarillas, incluyendo la utilización de detectives privados para investigarle.
Díaz Ayuso dio la batalla contra la cúpula nacional de su partido y la ganó, lo que condujo, primero, a la dimisión de su principal enemigo, el secretario general, Teodoro García Egea, y, finalmente, a la salida definitiva de Pablo Casado.
Venganza
Durante una intervención en la Junta Directiva Nacional del PP, Ayuso insistió con extrema dureza en la necesidad de actuar contra los que montaron lo que consideraba una persecución contra ella y su familia, incluyendo vigilancias y dossiers.
Reclamó que los responsables (no citó a nadie, aunque muchos entendieron que apuntaba a Casado) fueran incluso expulsados del partido.
Díaz Ayuso no olvidaba lo ocurrido y las consecuencias que había tenido para su familia. Cargó duramente contra la dirección, y afirmó: “No creo en las heridas cerradas en falso”.
La Mesa de la Asamblea de Madrid, con los votos de PP y Vox, rechazó la puesta en marcha de una investigación sobre los contratos de mascarillas adjudicados a su hermano, Tomás Díaz Ayuso, y también la comparecencia de éste y de Ángel Carromero.
Seguir o no seguir
Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes de la máxima confianza de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso también se planteó dimitir en aquel momento por los ataques a su familia, pero no lo hizo público, a diferencia de Sánchez, que anunció la semana pasada que se daba cinco días de reflexión para decidir si continuaba como presidente. Una actuación que ha provocado numerosas críticas.
La líder madrileña no tenía del todo claro entonces que le interesara, o que le compensara más bien, mantenerse en la política.
Personas de su entorno relatan a ECD que lo ocurrido durante aquella crisis afectó profundamente a Díaz Ayuso, quien llegó a expresar a su círculo íntimo serias dudas sobre cuáles debían ser los siguientes pasos, y en concreto si debía aspirar a más.
Explicó que, con motivo de los recientes enfrentamientos, habían “sufrido” personas de su familia: sus padres, su hermano, hasta los sobrinos (perseguidos por algún cámara de televisión). Y se planteó si merecía la pena continuar luchando, cuando eso traía, como consecuencia, dificultades y problemas a su familia.
No estaba tan segura de que debiera pagar ese precio. Y eso que entonces no habían saltado todavía las noticias sobre el presunto fraude fiscal de su novio, Alberto González Amador, que han acaparado las portadas de los periódicos y las tertulias de radio y televisión en las últimas semanas.
Han arremetido contra su familia
Ahora, algunos miembros de la cúpula del Partido Popular son firmes partidarios de “hacer desfilar” a la esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, por la comisión de investigación del Senado a raíz del ‘caso Koldo’.
Las mayores presiones a Génova llegan precisamente desde el PP de Madrid, y más concretamente del equipo de Isabel Díaz Ayuso. Le echan en cara a Alberto Núñez Feijóo el ‘indulto’ a la mujer del presidente del Gobierno.
En el entorno de máxima confianza de la líder madrileña aseguran a ECD que Ayuso ha mostrado su malestar al propio Feijóo por las “reservas” con la esposa de Sánchez cuando “los socialistas han arremetido sin escrúpulos contra su padre, madre, hermano…”
Defienden citar a Begoña Gómez a declarar en el Senado porque consideran que los socialistas “empezaron primero” a involucrar a los entornos familiares en la disputa política, en referencia a que Sánchez pidió la dimisión de Ayuso por el presunto fraude fiscal de su novio, que sí está siendo investigado por los tribunales.
Una reflexión en privado
En este contexto, el ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reconoció hace unos días, en una entrevista en la Cadena SER, que “uno se siente responsable toda la vida de los malos momentos que ha vivido su familia” a consecuencia del cargo. “Esa es la mayor contradicción personal”, confesó.
“Nada en la vida como el amor a tu pareja, eso se sobrepone incluso a tu ideología. El amor es lo único que sobrevive a la muerte”, reflexionó.
“Me parece interesante que, esa reflexión que todos los presidentes que la hemos hecho en privado, la haya hecho pública”, apuntó Zapatero, que consideró que es un buen momento para mantener el debate “sobre los límites de nuestra democracia”.
