Javier Fumero

Instalando polígrafo para los políticos

El paro, la corrupción, los problemas económicos y los políticos siguen siendo las principales preocupaciones de los españoles.

Lo corroboran los datos. El barómetro de febrero del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha confirmado que el desempleo supone el principal problema para la ciudadanía, pues lo citan el 81,1% de los encuestados. Le sigue la corrupción y el fraude, que sube del 39,5 al 44,2 en solo un mes. En cuarto puesto figuran los políticos y los partidos en general, con un 24,2%.


Sinceramente, no es de extrañar este último punto. Porque la clase política se está ganando a pulso el rechazo de la ciudadanía. Lo explicaré con un ejemplo flagrante.

Hace unas semanas, una fuente informativa de alto nivel nos relató una conversación mantenida con el presidente de la Comunidad Canaria, Paulino Rivero. En un aparte, el político canario admitió que él está a favor de las prospecciones petrolíferas en el Archipiélago pero que estaba atado: en público, debía oponerse. Por razones de conveniencia.

Es decir, que la consulta popular anunciada por su partido, Coalición Canaria, contra las perforaciones de Repsol frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura es un paripé, una postura interesada para ganar votos. El bien común importa, una vez más, bien poco.

Paulino ve con buenos ojos, en ámbito privado, el plan de extraer petróleo y gas de las costas canarias. Le parece un proyecto razonable y sensato. Pero no puede admitirlo ante las cámaras. Le resulta más rentable movilizarse en contra, apuntarse a la causa ecológica, favorecer el victimismo insular y obtener beneficios.

Muy pocas personas se terminan enterando de estas supercherías, pero cada revelación es un motivo más para la desconfianza, un pasito más hacia el repudio. Vayan preparándose para instalar un polígrafo en sede parlamentaria.

Más en twitter: @javierfumero

 
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