José Apezarena

Adiós, señor Rajoy

Mariano Rajoy ha asumido ya que él no logrará formar Gobierno. El anuncio de Ciudadanos de que planea abstenerse, es decir, no votarle en la investidura, le ha descartado definitivamente.

Previsiblemente, Rajoy no volverá a ser presidente del Gobierno, con lo que se convertirá en el primero de la democracia que no revalida el cargo. Un récord al que el propio afectado mostraba vivo temor.

Y también da por descontado el todavía presidente que el PSOE conseguirá, de una manera o de otra, los apoyos necesarios para formar Gobierno. Bien con los votos de Podemos, bien solo con los de Ciudadanos más la abstención (en este caso, ineludible) del PP.

El futuro del todavía presidente en funciones no se limitará a abandonar La Moncloa, sino que también pasa por el abandono, a corto plazo, del primer plano político.

El Partido Popular celebrará congreso antes del verano. En vísperas de las generales, Rajoy llegó a anunciar que se presentaría a la reelección como presidente del partido, pero se trataba de una declaración obligada. En aquel momento no cabía afirmar lo contrario.

Sin embargo, ahora, dentro del PP se da como seguro que renunciará a liderar la formación política en esta nueva legislatura. El momento será precisamente el congreso del partido.

Una de las interrogantes se centraba en si, al igual que aplicó José María Aznar, Rajoy 'nombraría' sucesor, aunque luego se sometiera al refrendo de los compromisarios. Quienes le conocen insistían en que, siendo como es persona previsible, en ese caso optaría por nominar a alguno de los barones regionales. Y aquí aparecía en primer plano Núñez Feijóo, aunque José Manuel Soria también tenía opciones.

Sin embargo, tal como publica ECD, no recurrirá al famoso 'dedazo'. Quiere dejar libertad al partido: que sean los compromisarios quienes, en el congreso nacional, decidan y voten a la persona que desean que les presida en esta travesía del desierto que les espera. Hasta entonces, actuará como líder de la oposición.

Ese Rajoy que se va tendrá una última oportunidad para intentar hacer valer su gestión, que sin duda presenta también puntos de luz, como la conjuración del riesgo de intervención del país y el encarrilamiento de la situación económica. Serán la ocasión los dos plenos del Congreso en los que intentará verse investido. Más que postularse como futuro presidente, se centrará en poner en valor la herencia que lega.

 

Y, en la hora del adiós, será el último intento de dejar un buen recuerdo en la historia de este país. Está por ver si lo logra.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena


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