Los que hablan sólo cuando escriben libros
La temporada navideña, con un previsible aumento de las compras, suele traer consigo la publicación de buen número de libros destinados en principio a nutrir las listas de regalos.
No pocos de los títulos son autobiografías y memorias trazadas por personajes famosos, políticos... Ahí aparecen este año los nombres de José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero, Julio Anguita, Pedro Solbes...
Esa situación coyuntural propicia que los autores, en otros momentos herméticos y lejanos, se dejen ahora entrevistar profusamente, por diarios, emisoras y televisiones. Se entiende: hay que vender libros. Están en campaña.
Tales volúmenes, sobre todo en el caso de los políticos, ofrecen habitualmente revelaciones, claves y hasta algún que otro secreto, que no se conocían y que por ello convierten en atractiva, y hasta obligada, la lectura de esos libros. Se reproducen también cartas y documentos.
Lo que me parece discutible es precisamente esto último. Que algunos de tales personajes, que cuando estaban en activo se resistían a dar explicaciones, o a revelar el trasfondo de sus políticas, incluso resistiéndose a explicarlas en sede parlamentaria, ante diputados y senadores, ahora, cuando están fuera, se permitan una claridad y una transparencia que resistieron en sus respectivos cargos públicos.
En fin, que no considero presentable el oscurantismo del pasado y me choca el aperturismo del presente. Aunque les paguen bien.
