La Semana. ETA cierra siete días que comenzó Durao Barroso en avión, mientras Carod amenaza a Zapatero

Una semana de parejas o -al menos- de emparejamientos: Montilla y Fernández de la Vega; Peces Barba y Alcaraz; Zapatero y Carod; Moratinos y Bono; Aguirre y Simancas; San Segundo y la LOE; Joan Tardá y Lluys Companys; Caruana y Solbes; Bargalló y Freixenet; Florentino y FENOSA; Luxemburgo y Michel Salgado. A veces son parejas o emparejamientos lógicos. En algunos casos, desnaturalizados y en ocasiones, antinaturales pero -en cualquier caso- asociaciones muy a tener en cuenta. Como diría mi admirado Luis Sánchez Polak "Tip" son como parejas famosas: Ramón y Cajal, Ortega y Gasset, Mauri y Maguregui, Romeo y Julieta, Augusto y Algueró y el Dúo Dinámico. Comenzó la semana con el vuelo del avión del señor Durao Barroso y -apenas había aterrizado- nos encontramos con el comunicado de ETA a la BBC. Son dos nebulosas difíciles de analizar. Nadie nos aclara lo de la cena y nadie nos va explicar qué quiere decir un comunicado, que puede contener cosas nuevas, pero que parece el de siempre. La opinión pública española está condenada a enterarse poco, tarde y mal. El que sigue sin enterarse de dónde y en qué siglo está es el señor Tardá, que ahora se ha empecinado en que S.M. El Rey -felicidades, Señor, por esos 30 años - pida perdón por los acontecimientos que protagonizó don Lluys Companys. Como me tiene dicho mi portero: "Están cansinos". ¿Alguien esperaba que de las conversaciones del señor Rodríguez Zapatero con los manifestantes contra la LOE iba a salir algo? Que levante la mano el inocente y habrá que hacerle un monumento. Pero tampoco nos enteraremos demasiado. Unos se levantan y se van de las negociaciones. Otros se enfadan y al final, todo queda como estaba: la LOE no la moverán ni millones de manifestantes ni -lo que es peor- el interés de nuestros estudiantes que están condenados a ir por el mundo en el vagón de cola de los conocimientos y de la formación. Lo único claro, al parecer, es que la señora San Segundo no se sabe la LOE. Don Mariano Rajoy califica al Gobierno de "indocumentados" y es muy posible que lleve razón. Lo que pasa es que eso no es ningún consuelo y habría que hacer algo más que constatar lo que es una realidad, a la vista de cualquier atento -o no tan atento- observador. El Presidente del Gobierno se hace fuerte en el PSOE y afirma que ni le mueven a él, ni le mueven a los ministros. La frase famosa de aquel personaje de la televisión que siempre decía "yo sigo", es el nuevo eslogan del Gobierno Socialista y de él ha hecho bandera el señor Montilla que -con su cruz a cuestas- ha decidido llegar hasta el final, un final que -para muchos- está escrito, lo que pasa es que en política siempre hay muertos mal enterrados. Y mientras le entierran, o no, sigue con sus "modernidades" dialécticas y don José Montilla nos habla -un día sí y otro también- del nacionalcatolicismo de la derecha, de la Iglesia y de sus pompas y sus obras, que en el caso del ministro de Industria igual son pompas fúnebres -políticas, naturalmente-. Es curioso, pero estos políticos descreídos, iconoclastas y hasta irreverentes por las calles de Jerusalén, han dado en la manía de marcharse a Roma, cada dos por tres, a pedir árnica. Uno piensa que con esto de los productos catalanes, de los productos de cercanía y de las burbujas, a veces, a los políticos se les va la "olla" y es como si hicieran eses dialécticas. Dice don Rafael Simancas que si él fuera doña Esperanza Aguirre, dimitiría; ingenioso. Es como el cuento de la lechera y así, algún día, hasta se podría sentar en el despacho de la Puerta del Sol el propio señor Simancas. Y es que las burbujas hacen estragos y los productos de proximidad son una plaga. Don Gregorio Peces Barba acusa de sectario a don Francisco José Alcaraz, Presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo. La verdad es que al Comisionado se le podría haber ocurrido alguna otra palabra de acusación, porque lo de sectario en boca del Rector suena a pitorreo. Preguntaba un turista al paso de los rebaños de ovejas por las calles de Madrid convertidas en Cañada Real si "esto es todos los días". Pues que quiere usted que le diga, depende de los sitios y de los edificios; pero sí, no es difícil encontrar rebaños en algunas zonas de la capital e incluso la transhumancia se traslada sin dificultades a capitales de otras autonomías. Vuelve don Felipe González dónde solía, es decir, a su Sevilla natal y otra vez pone los puntos de la Constitución sobre las íes del Estatuto Catalán. Y habla don Felipe alto y claro, pero parece que su voz no llega a La Moncloa. Pero sí llega a Ferraz y además, llega en un momento crucial para su partido y para muchos de los que trabajaron codo a codo con él. Por ejemplo, dice don Alfonso Guerra -Presidente de la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados- que "no hay que dejar al Partido Popular fuera de la negociación del Estatuto de Cataluña". Otra voz sensata que, posiblemente, no se escuche en La Moncloa pero que sí se escucha -y muy atentamente- en Ferraz. Hablando de constitucionalidad, predice el señor Rajoy la muerte del sistema constitucional. Ya sólo le falta al del Partido Popular invocar a la Santa Compaña de su tierra gallega dónde, por cierto, han imitado la tangana de la pasada semana en el Parlamento Catalán y doña Dolores Villarino -Presidenta de la Cámara Gallega- llegó incluso a recordar el 23 F para expulsar a 40 alcaldes populares que, según ella, habían ido a incordiar. Todo sea por la democracia. Para demócrata el señor Carod Rovira: La bolsa o la vida, le ha dicho a don José Luis Rodriguez Zapatero. O hay Estatuto o el Gobierno tiene los días contados. Lo que pasa es que en unas hipotéticas elecciones, a lo mejor, el señor Carod Rovira no saldría tan bien parado aunque le voten los mismos, porque se podría encontrar con un Gobierno algo más fuerte que el actual, en cuyo caso, su influencia sería casi inexistente. Patina el hockey sobre patines catalán y se queda sin selección. Aunque la Federación Internacional ha dicho que da el asunto por zanjado ya verán ustedes como lo van a intentar más veces. Total, invitar a un viaje a los representantes de Costa de Marfil, de Burkina Faso o de las Islas Aleutianas para que voten a favor, es sólo un poco más caro que irse a Roma a protestar ante los monseñores. Será por dinero, ahora que se venden los productos de cercanía. Y don Florentino Pérez que quiere más luz y quiere más FENOSA, lo que pasa es que esas luces las podría traspasar al "Bernabéu" e incluso a su Junta Directiva a ver si se les ilumina el cerebro y hacen algo y además, pronto. Porque la pareja Luxemburgo-Salgado está a punto del divorcio. Una semana de parejas desparejadas, de parejas que se tiran los trastos a la cabeza y que no se comprenden. Y si no, que se lo pregunten al señor Solbes que está a un paso de ponerle las maletas en el descansillo al señor Caruana por un quítame allá esa investigación. Y es que el jefe del Banco de España se ha extralimitado y aquí no se extralimita nadie y para eso, para que nadie se extralimite, hace muy bien don José Montilla en decir a los invitados que se lleva a China que allí no habla nadie y que si alguien quiere un café, un paseo en carrito o incluso un crédito, que el único que pide créditos o pide cafés a los camareros, o carritos a los chinos, es él; que, además, es el que sabe hacerlo.

 
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