El arbitraje en el fútbol español

Señor Teixeira Vitienes: perdone que me dirija a usted y le tome como representante del arbitraje español. La razón es que usted arbitró (?) el último partido que he presenciado, concretamente el Real Madrid- Deportivo de La Coruña.

Lo primero que debo decirle es que es usted un árbitro francamente malo. Pero también quiero decirle que usted es, pura y simplemente, el representante de los árbitros españoles que todos son francamente malos.  Usted no se sabe colocar en el campo, no sabe a dónde debe mirar, corre a lo loco y se congestiona agotado en la última media hora del partido. Pero no se preocupe, igual les pasa a todos sus compañeros. Sólo le he tomado a usted como referencia.

Usted no se entera de lo que ocurre en las áreas y se tragó un penalty clamoroso a poco de empezar el partido. No ve quién es el último jugador y los fuera de juego van manga por hombro; usted da la ley de la ventaja sin ningún criterio y favorece siempre al infractor. Pero no se aflija porque es lo mismo que hacen todos sus compañeros. A usted le tomo, ya digo, sólo como ejemplo.

Todo el mundo sabía que con el resultado a favor en el descanso, el equipo visitante no iba a permitir que se jugaran más de diez o doce minutos en el segundo tiempo. Lo sabían los espectadores, lo sabían los jugadores y lo sabían los entrenadores. Todos estábamos enterados de esa circunstancia menos usted y claro, usted hizo el más espantoso de los ridículos cuando los jugadores para perder tiempo hasta se mofaban de usted e iban a darle la mano cuando su entrenador los sustituía y usted cortés esperaba que llegaran y se retiraran sin la menor prisa.  Pero no se lo tome muy a pecho porque todos sus compañeros hacen el mismo ridículo, jornada tras jornada.

Usted permitió que le tomaran a broma y en el segundo tiempo por cinco veces los jugadores del equipo quei ba por delante en el marcador "sufrieran gravísimas lesiones" que requerían la salida en camilla para nada más llegar a la banda reintegrase al juego. Y usted sin darse cuenta de que se estaban riendo de usted en sus propias barbas. Pero no se apure que igual se ríen de todos y cada uno de sus compañeros en eso de las lesiones fingidas.

En fín, nada que no les ocurra a todos los árbitros de nuestro fútbol. Además siempre les suele ocurrir en partidos que se celebran en grandes estadios. No hay problema. Ustedes no se atreven a hacer esos arbitrajes en campos pequeños, por si acaso, porque además usted y todos los árbitros son cobardes, futbolísticamente hablando, y saben que en esos campos no les va a pasar nada. Una tranquilidad para todos los que rechazamos la violencia en el fútbol.

Todos en el campo hacían su papel. El Deportivo trataba de que pasara el tiempo y de que no se jugara,no fuera que el Real Madrid le empatara el partido. El Madrid achuchaba con más ganas que acierto, los espectadores pitaban y los de la Cruz Roja salían con la camilla cada vez que un jugador de los que iban ganando estaba en peligro de muerte; ya sabe de broma y solo para reirse de usted.

El único que no sabía lo que hacía allí era usted. Corría y pitaba o todo al tiempo, pero todo absolutamente ridículo y todos riéndose de usted. Una pena. Pero ya digo, igual que todos los árbitros, porque ya le he dicho y repetido que sólo le he tomado como paradigma de nuestro arbitraje.

Lo siento pero no puedo perdonarle señor Teixeira. Yo pagué mi entrada, nada barata por cierto, para presenciar un partido de fútbol de 90 minutos y por su culpa sólo vi unos 20 como mucho. ¿Me va usted a devolver el dinero? No creo porque ninguno de sus compañeros que cada jornada nos dejan sin la mitad del tiempo de juego a los espectadores lo han devuelto y usted no se va a significar. Lo entiendo pero no le perdono.

 

Y, como madridista, tampoco le perdono que con su horrible arbitraje y con lo malo que es usted, tapara las vergüenzas del Madrid, que son muchas.

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