Por la boca… De la Champions League a segunda

No me refiero a ese gran equipo que ha sido, es y, con toda seguridad, seguirá siendo el Villarreal, me refiero al sistema financiero, o bancario, o como se diga, español. Hace muy poco tiempo, según el presidente del Gobierno de aquel entonces, estábamos en la championlí –que diría el maestro Antonio Burgos- éramos los mejores del mundo y, de buenas a primeras, el presidente del Gobierno, otro, pero presidente del Gobierno al fin, nos dice que estamos en segunda división, o algo por el estilo.

Se supone que las cosas no se hicieron bien, que hay muchos culpables y hasta se habla de que van a rodar cabezas en el edificio grande esquina Cibeles -otra vez el fútbol- que alberga el Banco de España. Pero eso ya nos lo maliciábamos muchos.

Lo que no parecía posible es que las cosas se siguieran haciendo mal. El actual presidente del Gobierno, el que nos dice que estamos en segunda división, dice que está haciendo las cosas ‘tarde, mal y a rastras’. O sea que está convencido de que hay que hacer algo, que lo estamos haciendo, pero que se está haciendo mal. Pues no deja de ser un consuelo, sobre todo para su antecesor en el cargo, el que nos contaba la mentira de la ‘champiolí’.

Y así siempre. Mal informados, engañados y además de cornudos apaleados. Porque el anterior presidente nos engañaba, pero el actual nos cuenta que tiene que hacer cosas que no quiere hacer, que no estaba en su mente hacer, pero que hay que hacer. Después, sin despeinarse, nos dice que se están haciendo mal.

¿Es demasiado pedir que nuestros gobernantes nos digan la verdad de lo que hacen, por qué lo hacen y para qué lo hacen?

Y luego está la rumorología que, sea o no sea la antesala de la noticia, pone a todo el mundo de los nervios. Una mañana es el vecino que cuenta que los cajeros de cierta entidad bancaria están fuera de servicio. Otro día es el ‘enterado’ que trabaja en un ministerio que dice que el ‘corralito’ está al caer o, lo que es peor, es cualquier presidente de cualquier autonomía que afirma sin cortarse lo más mínimo que las instrucciones del Gobierno del Estado se las pasa por el Puente Colgante de la ría del Nervión.

Una delicia.

 
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