Por la boca… Rubalcaba ante el espejo

Durante muchos años Alfredo Pérez Rubalcaba ha vivido de su propia leyenda. Una leyenda elaborada a base de rumores y realimentada por las propias actitudes del protagonista. Rubalcaba era maquiavélico, era el 'listo' de la política, alguien peligrosísimo, un político con el que había que tener mucho tiento y al que nunca se le podía dar la espalda, una persona que urdía tramas y más tramas. El tiempo y los acontecimientos hacen que la leyenda del 'maquiavelo' español se diluya como un azucarillo en el agua.

Rubalcaba es un político más, con sus virtudes y sus defectos, con sus aciertos y con sus fallos y que ya no tiene ni el control de su partido, con maquiavelismos y sin ellos.

Desde que perdió las elecciones ha emprendido una carrera hacia adelante que puede acabar en un fracaso en las primarias de su partido. Rodríguez Ibarra lo dejaba muy claro: 'Rubalcaba no podría honradamente plantear ahora una moción de censura, no es candidato a nada'.

Ahí está el gran problema del, hasta ahora, líder del Partido Socialista, que tiene que hacer oposición siendo casi nadie, sin casi apoyos internos y con un pasado que, sin ser el de Fernando el Católico, sí le da una imagen de espejo poco grata.

Por eso sus declaraciones tienen demasiadas dobleces. En una reciente entrevista, y con sólo enunciar los sumarios que el propio medio que la publica destaca, se encuentra el lector con una serie de perlas que parecen reflejadas en el espejo de la propia imagen del entrevistado.

'Sería terrible acostumbrarnos al doping electoral de un partido sin que pasara nada'. Y esto lo dice quien ha protagonizado varias elecciones en el PSOE y varias acciones no tan electorales.

'Es imposible relacionarse con un Gobierno que se niega a contar al Parlamento lo que ha pasado'. Y esto lo dice quien gobernó, más fuera del Parlamento que dentro, con mayorías absolutas.

'Están rompiendo los puentes que hay entre los grandes partidos para abordar problemas de Estado'. Y esto lo dice uno de los muñidores del famoso 'cordón sanitario' contra un partido político.

'En el PSOE aprendimos hace años la lección sobre la financiación de partidos. En la vida escarmientas'. Y esto lo dice el secretario general de los ERES andaluces.

 

Tras dejar de mirarse en el espejo de su propia trayectoria, llega, en la entrevista, la sección dedicada a la demagogia.

'¿Cómo va a pedir Rajoy esfuerzos a los pensionistas con los millones negros que ha manejado el PP?' 'Lo que hay que hacer es subir los ingresos, ya se ha recortado mucho el gasto'. 'Redujimos la partida del CSIC, pero lo letal para la ciencia es que se acabe el dinero para proyectos'.

Y después de la demagogia, los sin sentido, las vaciedades, el hablar por hablar.

'Querré ser el próximo candidato del PSOE si soy útil al partido. Si lo soy, intentaré serlo'. 'La Monarquía tiene una crisis. La superará. En este momento no considero la abdicación'. 'La crisis fue económica. Luego social. Ahora territorial, institucional, política. Y es enorme'. 'En Reino Unido no discutiríamos ni usted ni yo de por qué no viene el señor Rajoy al Parlamento'...

O sea, que ya sabemos que la crisis es enorme; que la Monarquía está en crisis pero que Pérez Rubalcaba no se plantea abdicar y que respecto a su partido, 'Si lo es, intentará serlo'.

Ya es hora de que cada uno se mire en su espejo. Ya es hora de que dejen de vendernos mantas agujereadas y burros con mataduras. Ya es hora de que dejen de marearnos con frases y más frases sin sentido y que no aportan nada pese al aire de gravedad y de suficiencia.

Y de 'maquiavelos', poquitos.

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