Por la boca… Títeres y cabezas

Después de habernos tragado sin pestañear que el ministro de Hacienda, el equipo ministerial que capitanea y sus asesores, necesitan de un grupo de expertos para que les hagan la reforma fiscal pendiente – pendiente como si fuera la famosa revolución- ya nos podemos tragar todo, hasta los cuatrocientos folios que han evacuado los expertos y que nuestros ministros, dícese, que se ‘leyeron’ de un tirón en el Consejo del pasado viernes. Unos auténticos fuera de serie.

Ahora lo remansan, lo estudian y, de la enorme cantidad de propuestas que han hecho los expertos, escogerán –siempre lo dice Mariano Rajoy- lo más oportuno y conveniente.

Lo que pasa es que esto de los expertos da que pensar si lo más oportuno y conveniente no hubiera sido nombrar ministros de Hacienda a Lagares y sus muchachos y así nos ahorrábamos un dinero, porque aunque no han dicho a lo que nos ha salido el folio, seguro que hay para varios cafés.

Pero, sea como fuere, ahora hay que esperar –tras las elecciones por supuesto- el chorreo de propuestas, de contrapropuestas y globos sonda que nos esperan. Ya se sabe. Todo un poco negro, algún caramelo que otro y después a retirar el caramelo, a que haya menos cosas negras o que las que queden sean menos, y todos tan contentos. Se deja caer –un suponer- que va a subir la luz un doscientos por cien y a aguardar que nos digan que solamente lo hará en un cien, para que todos estemos tan contentos y tan agradecidos a tan buenos y comprensivos gobernantes.

Y quien dice la luz –que también subirá con el lío de las tarifas- dice el IRPF, el IVA, el impuesto de sucesiones, el de artículos de lujo, los directos, los indirectos y hasta los mediopensionistas.

Hay que estar preparado para todo y si han pasado ya las elecciones, habrá que echarse a temblar.

Mira que si aquello que dijo Lagares de que no habían dejado títere con cabeza y -supuesto que ellos, los expertos, son las cabezas- fue dicho porque nosotros somos los títeres.

 
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