Más a fútbol y menos a camisetas

Emilio Butragueño, director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, ha dicho, tras el partido con el Cádiz y el lío montado por la alineación indebida de un jugador, que el Real Madrid nunca hace el ridículo. Razona su afirmación en su experiencia internacional, en el prestigio del equipo y en su condición de mejor club de la historia del fútbol. Y lleva razón el legendario futbolista. El Real Madrid nunca hace el ridículo, los que sí lo hacen son quienes, en un momento determinado, dirigen sus destinos.

Hace demasiados años que no hay un fichaje, ni una marcha de algún jugador, la llegada o la despedida de un técnico, que se haya desarrollado por los cauces normales. Siempre ha sido una odisea llevar alguna figura al Bernabéu o despedir a alguien de la plantilla, con un mínimo de coherencia.

La marcha de Del Bosque o la de Ancelotti, los fichajes de Figo, la frustración de De Gea, la despedida a Casillas etc. etc. pueden servir de ejemplos indiscutibles de una gestión penosa en los despachos.

Evidentemente el Real Madrid no es una entidad fácil de gestionar, pero hay cosas que se deben y se pueden hacer mejor. Son muchas las envidias y muchos los que están esperando con la escopeta cargada, pero precisamente por eso se deberían evitar situaciones que. lo quiera o no Butragueño, resultan ridículas.

Como en el chiste del vasco que ‘iba a setas y no a rolex’, sería de desear que el Real Madrid y todo lo que su historia supone, estuviera más al fútbol y menos a camisetas. por muy rentables que sean.

 
Comentarios