La clave de la protesta por los guiñoles: España se va a hacer respetar

Me pronuncio hoy, cuando la polémica parece haber perdido fuelle y es posible afrontar un análisis más sereno: me parece muy bien que el Gobierno español haya protestado a Francia por las parodias protagonizadas por los guiñoles de Canal +.

Me explico.

Hay quien dice que el Ejecutivo no debía haber interferido en un asunto nimio. Debía haberse mantenido al margen, sin entrar al trapo de un espacio que hace burlas de todo. Se ha argumentado, además, que es muy higiénica esa capacidad de los cómicos de parodiar la realidad y que habría que dejarles hacer.

Sin embargo, yo creo que las cosas tienen un límite.

Mofarse de una sentencia condenatoria, que arruina la vida deportiva de una persona (sea inocente o no, sea español o francés) es de dudoso gusto. Pero poner en entredicho, entre bromas y veras, la honorabilidad de todo el deporte de un país es atravesar una peligrosa frontera.

No obstante, pienso que la clave de lo que ha pasado es otra.

Creo que el Gobierno de Mariano Rajoy ha querido mandar un mensaje, alto y claro, a toda España y a toda Europa. Aquí ya no gobierna Zapatero: este país se va a hacer respetar.

Se acabó el ‘buenrollismo’ de la alianza de civilizaciones, de vivir en la inopia mientras nos dejaban fuera de los grandes foros internacionales. Somos un país serio, íntegro, que no va a tolerar insinuaciones veladas. En tono de humor o en clave de sol.

Me parece un magnífico aviso a navegantes.

 

Más en twitter: @javierfumero

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