La Semana: Diálogo de sordos en el Congreso, Garzón deja España por “Pe” y aparece un Quijote de 1605

Se cerró la “semana Ibarretxe” y, como se preveía, no hay nada nuevo. Diálogo de sordos en el Congreso de los Diputados, tensión en el PSOE, Constitución Europea descafeinada y nos llega un submarino a la cercana Gibraltar, para azoramiento de Moratinos y Zapatero. Ni una sola solución, como decimos, en la Carrera de San Jerónimo. En todo caso, confirmar cosas que ya se sabían: Zapatero, a la espera de las elecciones vascas, no se moja; Rubalcaba hace su papel de representante de un PSOE "inflexible" en torno a la unidad de España; Rajoy, brillante y en plan martillo pilón; y el resto de comparsas más o menos ridículos mientras que, en la tribuna de invitados, un Carod-Rovira exultante se apresuraba a recoger los restos para armar la trama catalana que se nos avecina. Porque, una vez más, hay que decir que el telón de fondo de todo el decorado es Cataluña y es ahí donde Rodríguez Zapatero tiene puestos los ojos entre inquietos y esperanzados. Y no tan al fondo, el analista pudo comprobar los gestos de socialistas conspicuos "aterrados" con lo que estaban viendo y oyendo. Y no sólo había gestos sino que en algún pasillo se escaparon frases que permiten afirmar que en el PSOE hay una enorme inquietud por todo el proceso que Rodríguez Zapatero se lleva y se trae sin saber muy bien ni por qué, ni para qué, como no sea llegar lo más virgen posible a las elecciones vascas, y ya se sabe que la virginidad o se pierde o no se pierde pero que no hay medias tintas. El guión sigue y las elecciones vascas están a la vuelta de la esquina. Batasuna pide árnica, el PNV se la quiere dar y Conde Pumpido hace como que se pone serio. Ya veremos. A Moratinos le crecen los submarinos. Se enteró y calló. "Como van sumergidos -debió de pensar-, igual nadie lo ve". Pero como lo han visto, no ha tenido más remedio que protestar "enérgicamente", casi con tanta fuerza como protestaban desde la oposición Rodríguez Zapatero y Jesús Caldera cuando lo del "tirolés". Nuestra diplomacia ni siquiera es admitida a la lista de espera. Cumbres y más cumbres entre Europa y USA, llamadas, consultas, reuniones...ni en una sola. Sube el paro y se desacelera la economía. Las cifras no son alarmantes pero sí significativas. Y aunque el analista no es experto en economía, piensa en aquello de que "cuando el río suena..." Algo pasa por las altas esferas o por los bajos fondos de nuestra vida política que contribuye a la desconfianza y eso en economía no es bueno. Rodríguez Zapatero ha tomado las riendas de la concertación social. De momento -como no podía ser menos- se ha retratado sonriente en la puerta de La Moncloa con sindicatos, patronal, Ministro de Asuntos Sociales y Vicepresidente Solbes en torno a cuya permanencia en el Gobierno se cruzan apuestas en los pasillos de Ferraz. Ya al final de la semana se acumulan los acontecimientos: comienza la campaña del referéndum europeo (que se sepa, sin la horterada de la pegada de carteles) que suena a precampaña electoral en Euskadi y en Cataluña, y nos inspeccionan los olímpicos, y desde el Rey al último español hacemos malabares para caerles bien y que nos toque el gordo de los cinco aros. Eso sí, está prohibido agasajarles. Y ya situado en los mentideros, el analista huele a pactos con el PNV en el País Vasco y a claudicación en Cataluña para que el tripartito siga teniendo tres patas. Inquietud explícita en sectores del PSOE y excesiva prudencia en el PP para no hipotecar ningún terreno de futuro. Garzón chupa cámara como si preparara su asalto al mercado cinematográfico estadounidense. Hay quien piensa que no va a impartir clases de Derecho sino a hacer una película con Penélope Cruz. Una autobiografía que, antes de estar en las librerías, ha merecido la muy especial atención del fiscal de la Audiencia Nacional. La alegría nos llega desde un pueblecito de Murcia donde se puede haber aparecido Don Quijote en carne mortal entre las páginas amarillentas y mohosas de un ejemplar de la obra de Cervantes fechado en 1605. Una semana en la que los templos españoles han sido testigos del cariño y el respeto de la gente por la figura más importante desde hace muchos decenios en la historia del mundo, gentes que rezan entre la tristeza y la esperanza por la salud de Juan Pablo II.

 
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