El Gobierno nos toma por tontos

Sabido es que la maquinaria de propaganda de este Gobierno es muy potente y que la utiliza por “tierra mar y aire”. Pero una cosa es reconocer esa “realidad” y otra consentir que el ejecutivo nos tome y nos trate a todos los españoles como si fuéramos tontos.   Digo esto a propósito de la conducta y el comportamiento que está siguiendo el Gobierno con el mal llamado “proceso de paz”. Esa maquinaria de propaganda ha puesto en marcha ideas como las siguientes: hace falta “verificar” que el alto el fuego anunciado por ETA es real, antes de que el Presidente del Gobierno acuda al Congreso para informar de que en su opinión se pueden iniciar los contactos con la banda terrorista.   Dicho y hecho. Cada dos o tres semanas desde que ETA hizo público su “alto el fuego permanente” hemos ido sabiendo que el Presidente del Gobierno ha recibido unos informes de los Cuerpos de Seguridad del Estado que corroboran que la voluntad de la banda terrorista va en la buena dirección. Da lo mismo que le hayan quemado una ferretería a un concejal de UPN en Barañaín o que esté acreditado que empresarios vascos y navarros han recibido cartas de extorsión con fecha posterior al día que la banda anunció el “alto el fuego permanente”. Da lo mismo; la maquinaria de propaganda no se para ante esas pequeñeces.   Uno se pregunta: ¿Quién hace materialmente esos informes? Porque si los hace el actual Comisario General de Información, el famoso Telesforo, ese que se reunió con dirigentes del PSOE en la sede de Ferraz, antes de su comparecencia en la comisión de investigación del 11-M, mejor que nos lo dijeran claramente y nos ahorraríamos muchos esfuerzos.   Sigo con otra pregunta: ¿Qué piensa el Gobierno y su Presidente de las condiciones que ETA pone para no volver a matar, expuestas claramente en la entrevista concedida a Gara hace sólo unos días? ¿No piensa el ejecutivo “verificar” esa voluntad chantajista de ETA antes de sentarse a hablar/negociar con los terroristas?   Pues a pesar de lo que pueda pensar y hacer el Gobierno, los españoles, ¡faltaría más!, no son tontos y así lo pone de manifiesto los resultados de la última encuesta del CIS: el 53,9% de los encuestados –que precisión la del organismo encuestador para no redondear por arriba…- confiesa su escepticismo respecto al anuncio del “alto el fuego permanente” y un 49,4 cree nada o poco probable que con ese anuncio se llegue a una solución del problema de la violencia en el País Vasco.   Es decir, el Gobierno podrá intentar engañarse y engañarnos a todos los españoles, pero la realidad es muy tozuda: ETA no ha cambiado ni ha renunciado a sus objetivos que no son otros que la autodeterminación del País Vasco, la anexión de Navarra y de los tres territorios del Sur de Francia y la salida de los presos a la calle. Por lo tanto, lo que realmente hay que verificar es hasta donde está dispuesto a llegar Zapatero en ese proceso de negociación con ETA.   ¿A quien corresponde esta verificación? Pues evidentemente no al comisario Telesforo ni a Pepin Blanco. Atañe fundamentalmente al líder de la oposición, a las víctimas del terrorismo, a los medios de comunicación que no forman parte del amplio coro mediático gubernamental y a todos los españoles de bien que ¡claro que queremos la paz!, pero no a cualquier precio y desde luego, no al precio de tener que dar algo a una banda de asesinos para, después de 40 años sembrando el terror, asesinando a 817 personas e hiriendo a varios miles, encima ahora haya que agradecerles que dejen de matar.

 
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