Montilla, presidente

No sé por qué, pero cuando me preguntan por el ser más inteligente que hay sobre la faz de la tierra, no me viene a la mente José Montilla. Esto no significa nada. Tampoco me viene ningún otro político relevante. Por eso estoy convencido de que Montilla es el más adecuado para sustituir al actual Presidente del Gobierno. Debe hacerlo, además, de inmediato. A ser posible, hoy mismo. Les dejo aquí 40 convincentes motivos:

Montilla impondrá el castellano en todos los cines. Es tímido y reservado. Hizo la mili. Hay fotos. Montilla es un tipo con suerte, le tocó la lotería dos veces: en la Navidad en 1995 y en 1978 cuando se afilió al PSOE. Puede convertirse en el primer Presidente hippie de la democracia. Además, en los 70 tenía un increíble parecido con John Lenon. Sus discursos políticos son breves, muy breves, y, en ocasiones, inexistentes. Montilla es un profesional de la política, capaz de defender cualquier cosa: es andalucista en Andalucía, catalanista en Cataluña y será españolista en España. Montilla nombrará Jefe de la DGT a su admirado Paul Ehrlich. Paul Ehrlich es partidario del control urgente de la población. Paul Ehrlich solucionará en tiempo récord el problema de los atascos en las grandes ciudades. Por el mismo precio, Paul Ehrlich acabará con las largas listas de espera en los hospitales, con las avalanchas en los centros comerciales, con las colas del INEM y, en general, con todas las aglomeraciones de gente de cualquier tipo en cualquier lugar y por cualquier razón. A Montilla le apasiona viajar, incluso por fuera de su mansión. Montilla nunca traiciona a sus amigos. Y hace lo imposible por la defensa de la familia. De manera especial, si se trata de la suya. Montilla está en contra de que los demás tengan pisos vacíos. Nada más llegar a La Moncloa, Montilla tomará dos medidas muy urgentes: las de la moqueta de la entrada y las del cuarto de baño de su dormitorio. Montilla utilizará en el palacio fontaneros de su propia cosecha. Cualquier parecido de Montilla con Almunia es fruto del azar. Montilla es un bonito municipio de la provincia de Córdoba. Montilla evoluciona ideológicamente: admiraba a Mao en su juventud y ahora también adora a Obama. Montilla es antinuclear, pero sólo un poco. Montilla no se parece nada a Mister Bean. Montilla es trabajador y no duerme más de tres o cuatro horas al día. Montilla tiene una excelente relación con todos los periodistas. Los problemas los tiene su jefe de prensa. Montilla consigue que no haya discrepancias internas en el partido mediante el método del cascanueces –que expondré en otra ocasión-. Montilla tiene una visión de futuro electrizante: bajo su mandato, la Generalitat encargó un informe para decidir si valía la pena comprar una isla en el mundo virtual ‘Second Life’. Montilla es buen pagador: El informe costó 3000 euros. Montilla tiene un fino sentido del humor: El informe tenía tres páginas. Ante los enemigos del espíritu de la Transición, Montilla, implacable, exclamará: “Defenderemos la Constitución hasta sus últimas consecuencias”. Montilla nombrará a Carod Rovira ministra de Igualdad, sólo para ver qué cara pone cuando se entere. Montilla escucha a grupos como Iron Maiden, Metallica y Guns n’Roses, y pasa de Melendi. Montilla no es tan serio como parece, con Buenafuente se troncha de risa. Excepto cuando se va la luz en media Cataluña. Montilla está a favor de los toros. Los toros están a favor de Montilla. Montilla habla mejor el castellano que cualquier otra lengua. Montilla no se perpetuará en el poder: fue mochilero durante años. Todo mochilero vuelve a la carretera. Montilla sólo se reúne con los grandes maestres de la masonería una vez al año.

 
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