Tormenta de verano

Que sÍ. Que ya está aquí. Que, si queremos, nos podemos tapar los ojos con grandes vendas, pero el tiempo es el tiempo y nunca pide permiso para avanzar. Lo tenemos calentándonos el cogote desde hace semanas. Lo sabemos. La playa. Las sombrillas. El tiempo libre. Los chiringuitos.   Otros años por estas fechas ya nos sabíamos de memoria el ‘Papi Chulo’, la ‘Macarena’ o la ‘Gasolina’ de mis pesadillas. Esas notas dulzonas y sabrosonas que nos empalagan y persiguen cada vez que llegan las vacaciones. Este año, o yo estoy muy apartado del circuito o la cosa parece estar más tranquila. Aunque tal vez sea una calma aparente, superficial. Porque por dentro, la industria de los discos, ruge como una mamá hipopótamo parturienta.   Prueba de ello son los movimientos y rumores dentro de la industria. Entre las novedades más llamativas, lo habrán leído en la prensa, está el atracón que se acaba de dar Universal comiéndose de un solo bocado a Vale Music. Cosa que, por otra parte y salvando pequeños matices, le agradecemos de todo corazón. Sobre todo si termina pronto el proceso de digestión, nos salva a los Indras y a un par de grupos más, y deshecha el resto enviándolo al mercado minoritario. Aunque eso sería una visión más que optimista de la situación.   Porque esto es como un cuento de hadas. Vale Music, la discográfica independiente más dependiente y más importante de España, ha sido engullida por Universal Music Group, el sello discográfico más grande de la galaxia. El jefe de Vale Music está contentísimo y asegura que esto es el fruto de varios años de trabajo intenso siguiendo fielmente las mismas ideas. Cosa que, por otra parte, nadie puede negarle. Tiene motivos económicos para la sonrisa, pero conviene detallar cuáles han sido los méritos que ha hecho Vale Music para llamar la atención del gigante mundial de los discos.   Comenzaron especializados en música dance. Sus primeros éxitos de ventas llegaron de la mano de los recopilatorios veraniegos Caribe Mix y Disco Estrella. Así como se lo cuento. Pero cuando realmente se convirtieron en líderes fue gracias a los lanzamientos de Operación Triunfo. Aquí terminan los principales logros económicos –porque musicalmente son discutibles- de Vale Music, esos que despertaron el interés de Universal Music. Vale, Vale Music.   La crisis de las discográficas está llevando a algunos al extremo del “sálvese quien pueda”. El hecho de que Universal Music siga repartiendo sigilosamente pegatinas promocionales de un extraño -y tal vez inoportuno- recopilatorio de Quique González en la puerta de sus conciertos, sabiendo que este artista ahora está en Dro Atlantic y se encuentra promocionando un grandes éxitos en directo, es una muestra más de este “todo vale para salir adelante” que estamos viviendo estos días.   Empiezo a creer que el problema es de raíz. Los sellos discográficos, primero no han sabido adaptarse a los nuevos tiempos, después han visto a Internet como enemigo y no como aliado –la madre de todos los errores- y ahora ven fantasmas de colores por todas partes. El cielo de las discográficas está preparando tormenta y en cualquier momento va a estallar. Y mira por dónde, aunque nadie nos lo haya confesado aún, nos va a pillar de vacaciones la borrasca, el temido temporal. ¿No notan a Montesdeoca como ocultándonos algo?   Con Universal, sus medios, sus artes para los negocios y todo su dinero puesto al servicio de la promoción del Caribe Mix y de los fantásticos interpretadores de canciones ajenas –OT-, lo mejor que podemos hacer es irnos de vacaciones a la Luna. O comprar todos los discos de El Koala, que también es de Universal. O retirarnos. Que una retirada a tiempo es una victoria. Aunque lo de la Selección haya sido, a todas luces, una derrota. Aunque podría ser la excepción que no estropea la regla.

 
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