Por ellos, por todos

La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha convocado para el próximo sábado a las seis de la tarde en Madrid, una manifestación bajo el lema "Por ellos, por todos. Negociación, en mi nombre, No". A dicha marcha han expresado su apoyo otros colectivos sociales que han luchado y siguen luchando por la paz y la libertad en el País Vasco y en España, como el Foro de Ermua, COVITE, la Fundación Miguel Angel Blanco, la Fundación Gregorio Ordoñez, el Foro El Salvador, entre otros.

Otro de los movimientos cívicos que han sido un punto de referencia en los últimos años para muchos ciudadanos, el "Basta Ya", ha decidido apoyar también dicha manifestación, a pesar de que conocidos miembros de dicha plataforma, como el filósofo Fernando Savater, el profesor Carlos Martínez Gorriarán o el periodista José María Calleja han mostrado su rechazo a  la misma.

He aquí uno de los efectos perversos de la política antiterrorista que está aplicando Zapatero. El Presidente del Gobierno no solamente ha renunciado a derrotar a ETA y a cambiar ese concepto de "derrota" por el de "negociación" sino que para llevar a cabo esa nueva estrategia antiterrorista basada en los gestos, en los guiños a ETA y a su entorno, necesitaba dividir a las víctimas -y ahí el esfuerzo del Alto Comisionado, Gregorio Peces Barba, está siendo "encomiable"- o desactivar a movimientos sociales como el "Basta Ya".

De hecho, desde que ganó las elecciones hace más de catorce meses, esa desactivación del "Basta Ya" se había producido en la práctica. El otrora activo movimiento pacifista llevaba varios meses prácticamente desaparecido al igual que sus más conocidos portavoces. Pero que, los tres miembros del "Basta Ya" anteriormente citados, llegaran a manifestar públicamente su opinión contraria a una manifestación convocada por la más importante asociación de víctimas del terrorismo, era algo que algunos no podríamos haber imaginado hace sólo unos meses.

Aunque sólo fuera porque "es de bien nacidos ser agradecidos", tanto Savater, como Martínez Gorriarán y Calleja, recordarán perfectamente lo generosamente que respondieron siempre los españoles en general y los madrileños en particular cuando el "Basta Ya" animaba a acudir desde todos los puntos de España a las manifestaciones que convocaba en San Sebastián.  Pero allá cada uno con su responsabilidad.

Los ciudadanos tienen estos momentos bastantes elementos de juicio para formarse una opinión certera sobre la grave irresponsabilidad en la que está incurriendo Zapatero al haber puesto patas arriba la política antiterrorista. Los ciudadanos saben que el Presidente del Gobierno ha dinamitado el Pacto Antiterrorista que tan buenos resultados ha dado en los últimos años. Saben que ha cambiado, en tan delicado asunto, la compañía del PP por la de personas tan poco recomendables, políticamente hablando, como Carod Rovira, Llamazares o Ibarretxe. Saben que hace dos semanas no condenó, consciente y voluntariamente, un atentado de ETA. Saben que la ilegalizada Batasuna está un día si y otro también, con gran impunidad, celebrando ruedas de prensa donde pone nota al Gobierno o le dice lo que tiene que hacer.

Los ciudadanos saben todo esto y mucho más. Y los que más directamente han sido afectados por el terrorismo, las víctimas, intuyen, huelen, se temen, que este Gobierno les deje tirados, les utilice como moneda de cambio, les traicione en una palabra, en un proceso de negociación con ETA que Zapatero está empeñado en llevar a cabo a pesar de que la banda terrorista no haya dado ninguna señal de querer dejar las armas. Todo lo contrario. En los últimos quince días ha puesto siete bombas en el País Vasco y una furgoneta bomba en Madrid con el resultado de 52 personas heridas.

Si siempre las víctimas del terrorismo han tenido la razón, en las actuales circunstancias y viendo lo que está dispuesto a hacer este Presidente del Gobierno, la manifestación que han convocado para el próximo sábado tiene todo el sentido del mundo. A las víctimas les han arrebatado por la fuerza a sus seres más queridos, pero eso no quiere decir que no tenga voz, que no haya que respetar su memoria, y que tengan todo el derecho a que se haga justicia.

Por todo esto, estoy convencido que seremos muchos los españoles que estaremos el próximo sábado en las calles de Madrid,

 
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