Video: La OTAN duplica las fronteras con Rusia tras el ingreso de Finlandia en la Alianza Atlántica

La Alianza Atlántica celebra 74 años de existencia con la incorporación de Finlandia, en el proceso de ratificación más rápido de su historia moderna.

Un camino que comenzó el pasado mayo y que podría haber sido aún más veloz de no haberlo retrasado la obstrucción de Turquía y Hungría. Una cerrazón chantajista que todavía impide el ingreso de Suecia y frustra de momento la voluntad de los dos países nórdicos de ir de la mano en la renuncia a su tradicional neutralidad.

El conflicto en Ucrania, la más cruel evidencia del expansionismo criminal de Vladímir Putin, ha provocado este realineamiento histórico del panorama de la seguridad europea posterior a la Guerra Fría.

La suma de los finlandeses, que duplica los kilómetros de frontera del territorio OTAN con Rusia, contribuirá a una mejor defensa de Europa y constituye un revés político y estratégico de primer orden para el Kremlin, que ya no puede justificar sus agresiones al Derecho Internacional en una imaginaria amenaza occidental.

Las autoridades de Kiev presentes ayer en Bruselas siguen aspirando a entrar en la organización defensiva ya comprometida en un generoso apoyo económico y militar a los ucranianos.

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"Hoy es un día verdaderamente histórico, un día vital para la Alianza Atlántica, para la seguridad, para todos nosotros. Estoy tentado de decir que es lo único por lo que podemos estar agradecidos a Vladimir Putin. Ya somos 31, pero aún tenemos mucho trabajo por delante". Con estas palabras del secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, la OTAN dio ayer la bienvenida oficial a Finlandia en una discreta ceremonia en Bruselas, en los cuarteles generales, en la que se izó su bandera nacional y en la que los aliados dejaron claro que el proceso no estará completo hasta que Suecia pueda celebrar lo mismo.

"La adhesión es buena para Finlandia, es buena para la seguridad nórdica y es buena para la OTAN en su conjunto. Putin quería cerrar nuestras puertas y hoy le mostramos al mundo que fracasó, que la agresión y la intimidación no funcionan.En lugar de menos OTAN, ha logrado lo contrario, y nuestra puerta permanece firmemente abierta", declaró por su parte el secretario general, Jens Stoltenberg.

El 24 de febrero de 2022 Rusia invadió Ucrania bajo todo tipo de excusas, mentiras y pretextos, como la amenaza que suponía para su seguridad el deseo de Kiev de unirse a la OTAN. La irónica solución de Putin pasaba por ocupar el país, acabar con su soberanía y así llevar de facto a Rusia a la frontera misma de la UE y de la organización. Esperaba con su campaña, sus amenazas y su presión diplomática romper la OTAN, generar división y explotar las debilidades.

Lo que ha conseguido es más gasto en Defensa, que dos países históricamente reacios a unirse, como Suecia y Finlandia, cambiaran de idea y que en apenas 404 días se haya cerrado el proceso de adhesión más rápido de la historia, con lo que Rusia tiene ahora 1.300 kilómetros más de frontera terrestre con su enemigo, el doble que hasta ayer.

"Hoy es un gran día para mi país", aseguró, pletórico, el presidente Sauli Niinisto, que asistió a la ceremonia. El domingo el país celebró elecciones y todo indica que habrá cambio de Gobierno y ya corresponderá al próximo decidir si quiere tropas de sus socios, bases internacionales, qué tipo de sistemas albergar o qué hacer de cara a las armas nucleares.

Giro Histórico

Finlandia y Suecia solicitaron su adhesión el pasado mes de mayo, después de que la opinión pública de ambos países diera un giro extraordinario. El caso finlandés es, si cabe, el más llamativo, pues durante la Guerra Fría su vecindad con la URSS le obligó a un papel subordinado, con Moscú jugando un papel clave en su política exterior. En junio, en la Cumbre de la OTAN en Madrid, los Aliados les invitaron a unirse tras levantar Turquía el veto que había impuesto a ambos. Desde entonces, Erdogan ha aceptado a Helsinki pero no a Estocolmo.

El 1 de junio entrará en vigor la nueva legislación sueca, que puede abordar alguna de las obsesiones turcas con los exiliados kurdos en el país, a los que acusa de terrorismo y de financiar desde la UE los atentados en su territorio.

El Gobierno ha dado algunas garantías, pero ha reiterado que no puede forzar la mano de los jueces ni puede ir contra su Constitución para conceder las extradiciones reclamadas.

Por lo que Erdogan sigue manteniendo el pulso. La esperanza de la Alianza es que los 32 miembros estén listos para la próxima cumbre, el próximo junio en Lituania, pero va a ser casi imposible.

El mes que viene hay elecciones en Turquía, se debe formar un nuevo Parlamento y los trámites de ratificación llevan tiempo. Además, Hungría, siempre conflictiva en asuntos exteriores, tampoco ha querido ratificar a Suecia.

Su Parlamento dio luz verde a Finlandia hace unos días, tras marear la perdiz durante seis meses, y el chantaje de Orban, que lleva a la mesa de la OTAN peleas de la UE, no cesa.

Un buen ejemplo de esas dinámicas es que Finlandia no confirmó hasta ayer, cuando su adhesión era segura ya, que se unirá a la denuncia que la UE y otros países están presentado contra Orban por violar los derechos del colectivo LGTBi. Haber separado la candidatura de los dos países nórdicos no ha sido un trago fácil. En verano el mensaje es que irían de la mano. Pero cuando quedó claro que la vía sueca estaba atascada se presentó un debate en el seno de la organización.

Hay quienes creen que se envía un mensaje equivocado, porque antes había más fuerza para presionar a Erdogan y Orban. Otros, en cambio, prefieren que Finlandia quede cubierto cuanto antes por el paraguas del Artículo 5 y la defensa mutua asegurada. No en vano, desde Rusia, el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, reiteró ayer el mensaje de que "Moscú tomará las medidas necesarias para garantizar su seguridad". "Hoy es un gran día, pero nos vamos a asegurar de que también Suecia se convierta en miembro de pleno derecho.

Todos los Aliados acordaron invitarlos y todos han firmado el Protocolo de Adhesión. Lo que queda en lo que respecta a Suecia es la ratificación en los parlamentos, confío en que eso sucederá pronto. Me reuní con el presidente Erdogan hace unas semanas, también hablé con él por teléfono recientemente , y acordamos reiniciar el proceso, las reuniones o el mecanismo de registro permanente para garantizar también que podamos avanzar en la ratificación de Suecia", subrayó Stoltenberg.

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