José Apezarena

La navaja cabritera de Pedro Sanchez

Archivo - El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Pedro Sanchez, en el Congreso de los Diputados

Pedro Sánchez ha empezado a afilar la navaja. La navaja que va a sacar a pasear para asegurarse de que nunca más le pongan en la tesitura de tener que plantearse dejar lo que más valora y con más ahínco ha buscado: el poder. La Moncloa.

La navaja más famosa, la de Albacete, se remonta a tiempos musulmanes y está documentada desde el siglo XIII. Su uso se generalizó tras la prohibición por Carlos I de llevar armas de hoja larga, sobre todo espadas, a gente ajena a la nobleza. La navaja permitía ocultar la hoja, era pequeña, manejable y mucho más barata que una espada. Fue un arma muy popular, que desde España se exportó al resto de Europa con rapidez.

La de Albacete presenta hasta doce modelos: fieles, anilla, ventana, pastora, albaceteña, tranchete, lengua de vaca o capaora, punta espada, punta cortada, estilete, machete, sevillana y jerezana o bandolera.

Esta última, jerezana o bandolera, de siete muelles, es la que llevaban los bandoleros. Se lució en la serie sobre Curro Jiménez. Se le llama de la carraca porque, al abrirla, el paso de piñones por el muelle produce un ruido como una carraca, con objeto de intimidar al contrario.

Digo que Pedro Sánchez está preparando la navaja, porque se ha propuesto pasarla por el pescuezo a unos cuantos. A bastantes. ¿A quiénes? Si hay que creer sus palabras, a políticos de otra cuerda, a jueces y a periodistas. Los ha citado en su amenazadora alocución al país en la que anunció que no se va.

“Venimos a limpiar”, es el nuevo eslogan del presidente. Poco menos que una limpia étnica. Si le fuera posible, el exterminio del rival, del disidente, del desafecto.

Y esos propósitos causan notable inquietud. No en vano es el presidente del Gobierno, con los poderes y capacidades que otorga tal condición.

¿Qué prepara Pedro Sánchez para controlar a los jueces? ¿Qué más atropellos legales prepara, como los ya perpetrados con los indultos a golpistas y con la amnistía?

Tal vez nos pueda salvar, momentáneamente, claro, que el calendario político no le es propicio: encadenamos dos campañas electorales y después llega el verano, tiempo de pausa parlamentaria. Todo indica que el atropello se producirá después de las vacaciones.

 

¿Y para domesticar a medios de comunicación y a los profesionales de la prensa? A ese respecto, no hay que olvidar que el principal anunciante del país es el Estado, a través de ministerios (Hacienda, Sanidad...) y organismos varios (Loterías, Dirección General de Tráfico, Renfe, Aena...).

Sin descartar campañas de amedrentamiento a todo aquel que se atreva a disentir del actual oficialismo. Que ya han comenzado, como estamos viendo.

De todas las navajas citadas, la más a propósito para el proyecto de Sánchez parece la capaora o lengua de vaca, una navaja de hoja ancha y corta usada para castrar animales.

Sin olvidar la llamada navaja cabritera, específica para degollar; en principio el ganado pero sin descartar seres humanos.

Veremos por cuál se decanta Pedro Sánchez. Tal vez por las dos.

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