La Audiencia deja a Garzón con el trasero al aire. Zapatero corta y pega su discurso de la cumbre y Solbes chirría

Claro que como son pocos y apenas se ven las caras en el hemiciclo vacío pues tampoco se ponen demasiado verdes unos a otros. Y eso lo agradece Bono que, además de decir –él sabrá por qué- que son más valiosos los que están que los que no están, intenta defender el vacío alarmante de los escaños.

También se han apresurado los portavoces Alonso y Sáenz de Santa María a explicarnos a los españoles –incluso a los que se están quedando sin trabajo- lo mucho que trabajan sus señorías y la de horas que dedican a estudiar dosieres e incluso a recibir visitas de sus votantes en sus respectivas circunscripciones. Oyéndoles se enternece uno y dan ganas de darles unas vacaciones porque es un ritmo insoportable para cualquier ser humano. Vamos, que es un ritmo estajanovista.

No está de más eso del estajanovismo ahora que los rusos de Putin quieren quedarse con Repsol. Que ya ha dicho el ministro Sebastián que se acaba de enterar de la pretensión de Gazprom de quedarse con la empresa, pero que son cosas privadas en las que el Gobierno no entra. Pero a Solbes le chirría, no la voz, que también, le chirría lo de los rusos con la gasolina, pero ya se sabe que a Sebastián y a Solbes nunca les chirrían las mismas cosas.

Si trabajarán sus señorías que, este año, los partidos políticos van a recibir un 33% más de dinero que en 2006. Y es que los que se ganan el sueldo merecen todo y que a los ciudadanos todo nos parezca poco para compensarles de alguna forma.

Porque los políticos estudian y trabajan en silencio y quieren hacerlo sin ostentaciones. Por ejemplo, Maite Costa, presidenta de la Comisión Nacional de la Energía, quiere subirnos la luz un 31%. Esta señora quiere pagar ella solita la subida de las asignaciones a los partidos.

Lo que pasa es que hay algunos mal pensados que creen que esto es solamente un globo sonda. Es fácil. Costa dice lo del 31%, la vicepresidenta Fernández de la Vega dice algo así como que ‘el Gobierno de España no maneja esa hipótesis’ y a los 15 días suben la tarifa eléctrica un 15 o un 20% y los españoles, con lágrimas en los ojos, nos arrojamos a besar los pies de la vicepresidenta.

Pero para eso hay que trabajar mucho, aunque tanto trabajo no permita la asistencia a los plenos del Congreso de los Diputados.

Es el caso de José Blanco. La de horas que tiene que estar este hombre en el tajo para recibir la multitud de felicitaciones, de multitud de líderes mundiales que felicitan multitudinariamente al gobierno de España por el gran éxito diplomático que nos ha llevado a estar sentados –tenemos hasta silla- en la cumbre económica.

¿Quién puede calcular la cantidad de horas que le habrá llevado a Rajoy escribir esa especie de exorcismos, consejas y refranes que se ha sacado del cerebro para aconsejar a Zapatero y enderezar la crisis económica? Si serán acertados que dan ganas de escribirlos en forma de verso, a saber:

 

Frente a la ingeniería financiera, el trabajo

Frente al aventurerismo, la prudencia.

Frente al voluntarismo engañoso, el optimismo responsable.

Pues Rodríguez Zapatero no sólo va con esto a Washington sino que lleva un fino análisis de Blanco sobre la política de Ronald Reagan. Cuando el presidente del Gobierno de España recite esas cosas en los siete minutos que, al parecer, tiene, los restos de quienes reposan en todos los memoriales que hay en la capital americana se van a remover en sus tumbas.

Aunque lo niegue Cospedal, en el Partido Popular hay algo más que marejadilla. Y si las aguas están calmadas no se entiende muy bien la manía que le ha entrado a esta señora porque los que murmuran entre dientes y casi en secreto den la cara. Y es lo que dicen algunos: sí, para que nos la rompan.

Y es que la vida del político es muy dura. Por ejemplo, que una logre que la nombren ministra de Igualdad, luchar hasta para tener un despacho, trabajar de sol a sol para que la gente no se tome las cosas demasiado a broma, batallar con los expertos del aborto y todo para descender 7 puestos, así de un golpe, en eso que se llama índice de Disparidad entre Géneros, pues una se lleva un sofocón y ni ganas tiene de asistir al Pleno del Congreso, por mucho que Bono se ponga como se ponga:

¿Cómo no va a ser dura la vida del presidente del Gobierno, que prácticamente recién terminadas las dos tardes de economía, se tiene que ir a Washington a arreglar el desaguisado que han montado los americanos?

Apenas ha tenido tiempo de cortar y pegar todos los folios que le han mandado Blanco y Caldera para lo de la refundación. Y así, entre progreso y progreso, este hombre igual lo que refunda es la economía de trueque de la Edad Media.

Y tras esto, la crisis estará prácticamente resuelta y el capitalismo o el trueque o el liberalismo o el marxismo refundados a base de socialdemocracia. O sea.

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