Benedicto XVI: sobre la dignidad del hombre
Fallece en Roma el papa emérito Benedicto XVI, la mañana de Nochevieja del año 2022 a las 9:34 am.
Nació en Baviera, en Marktl am Inn (Alemania), el 16 de abril de 1927, Fue sacerdote, estudió filosofía y teología en la Escuela superior de Frisinga y en la universidad de Múnich. Doctor en Teología y Filosofía, catedrático en las universidades de Bonn, Münster, Tubinga y Ratisbona.
Con gran capacidad analítica y de síntesis, como lo definió el prof. Beiner ( Seewald, 2006), su traslado a la Santa Sede en 1981 llamado por Juan Pablo II le permitió el contacto con políticos e intelectuales de todo el mundo, lo que le procuró un conocimiento profundo y próximo de los problemas del hombre moderno.
Una gran parte de su obra se centra en el dogma religioso, pero también sobre Europa y en su significado espiritual en la comunidad humana.
Estudió los valores y principios que emanan del reconocimiento de la dignidad del hombre y que se encuentran incorporados en las cartas constitucionales de prácticamente todos los países occidentales.
No desconoce el abuso y el exceso del positivismo jurídico llevado a cabo por el Tercer Reich y por ello propugnó que los valores de los textos constitucionales deben encontrarse alejados de la manipulación interesada. Por esta circunstancia se deduce que existen límites al principio de la mayoría.
Límites que nacen del respeto a la dignidad de la persona y de la responsabilidad que a cada ciudadano le incumbe para preservarla. Suya es la frase: La libertad es exigente, no se mantiene por sí misma y desaparece cuando intenta hacerse ilimitada (Ratzinger,2021).
Analizó la circunstancia de que la caída del marxismo no produce por sí mismo un Estado libre y una sociedad sana. Trae a colación la parábola de Jesús que se repite constantemente en la historia del mundo: En lugar de un espíritu impuro expulsado vienen siete mucho peores cuando se encuentra la casa limpia y barrida (Mt,12,43-45).
Precisamente el derrumbe del marxismo sin nada que lo sustituya ha traído al mundo un relativismo que distorsiona los valores que se derivan de la dignidad del hombre. Y por esta circunstancia su libertad como persona se pierde y se somete al escrutinio de una mayoría que impone su razón con una rotundidad sin espacio para la discrepancia.
En tiempos de posverdad su legado intelectual es un refugio seguro en donde recobrar perspectivas.
Publicó tres encíclicas: "Dios es amor", " Salvados en la esperanza" y "La caridad en la verdad".
Fue el primer papa en visitar una sinagoga en Alemania y habló en el antiguo campo de exterminio alemán en Auschwitz y en el memorial del Holocausto Yad Vashem en Jerusalén. Estampas trágicas que la historia nos dejó, pero estampas que siempre se reproducen, de un modo u otro, cuando el hombre enarbola su egoísmo y se aparta de la verdad y la libertad.
La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, describió al cardenal alemán como "gigante de la fe y la razón". El presidente Sergio Mattarella dijo que Italia lloraba a Benedicto, quien "seguirá siendo inolvidable para el pueblo italiano".
El canciller Olaf Scholz lo llamó "líder especial de la iglesia” ; en Twitter escribió: "El mundo ha perdido una gran figura intelectual en la Iglesia Católica, una personalidad combativa y un teólogo inteligente".
La Conferencia Episcopal Española destaca la "huella" que Benedicto XVI dejo en sus tres viajes a España. El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Georg Bätzing, Benedicto XVI, fue "un teólogo impresionante y un pastor experimentado". Los católicos lloran a una personalidad que dio a la iglesia esperanza y dirección incluso en tiempos difíciles, dijo el obispo de Limburg a la Agencia de Prensa Alemana.
Celebró su 90 cumpleaños en 2017 con una delegación de su Baviera natal. Después de eso, solo recibió visitas ocasionales al monasterio Mater Ecclesiae. En los últimos años, ha estado, según sus propias palabras, en una peregrinación "a la Casa".
Deja un legado filosófico y teológico inmenso que es de obligada consulta para quienes quieran profundizar en la dimensión cristiana del hombre moderno sumido en mares de incredulidad, escepticismo y soledad.
Hoy ha marchado del mundo de modo discreto, en silencio, en una noche en donde las celebraciones de Año Nuevo promueven hondas reflexiones.
