Jordi Sevilla afirma que las transferencias al País Vasco sí rompen la caja única. Él lo planteó siendo ministro y le convencieron de que era competencia central

El ex ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, no entiende el pacto alcanzado por el presidente Zapatero con el PNV para que los nacionalistas apoyen los Presupuestos Generales del Estado de 2011. En una de las últimas entradas de su blog personal, Sevilla se pregunta porqué no le dejaron transferir al País Vasco las competencias que ahora se ha acordado traspasar.

Seguramente está bien lo que se ha hecho. Y no tengo nada en contra del PNV, sino más bien agradecimiento por su apoyo a mis propuestas políticas como ministro y su deferencia personal conmigo”. Con estas palabras, Jordi Sevilla encabeza una de las últimas entradas de su blog en la que hace referencia al reciente pacto del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con el PNV, para hacerse con los votos necesarios para aprobar las cuentas públicas del año que viene.

El ex ministro de Zapatero durante su primera legislatura en La Moncloa, entre 2004 y 2007, no se explica, sin embargo, el trasfondo del pacto. Según cuenta, “en los tres años en que fui ministro de Administraciones Públicas, el Ministerio de Hacienda por un lado y el de Trabajo por otro, no me dejaron transferir al País Vasco las competencias que ahora se ha acordado traspasar. ¿Que ha cambiado para que aquello que parecía malo al anterior Gobierno de Zapatero, como al de Aznar y, aún antes, al de Felipe González, sea ahora lo mejor que nos puede pasar?”, se pregunta.

Jordi Sevilla hace una exhaustiva reflexión sobre tres importantes asuntos en los que el actual Gobierno ha decidido “cambiar el criterio sostenido en los últimos 20 años”, como contraprestación al apoyo del PNV a los Presupuestos y a la Ley de Economía Sostenible. Son éstos:

-- El primero de ellos se refiere a la financiación de las políticas activas de empleo. Para el ex ministro, “si el que paga manda, en el País Vasco manda la autonomía mientras que en el resto manda el Gobierno Central que es quien transfiere el dinero”. Sevilla argumenta que si Euskadi hubiera aceptado las mismas condiciones financieras que los demás, hace años que tendrían estas competencias y aunque “creo que el Ejecutivo vasco tenía buenas razones para hacer valer su especificidad de financiación, también pienso que los sucesivos Gobiernos centrales tenían sólidas razones para negarse a aceptar lo que ahora, al parecer, se ha aceptado”.

-- En segundo lugar, el ex ministro aborda el tema de la inspección de trabajo. Según recuerda Jordi Sevilla, este asunto ya causó muchos problemas en el debate del Estatuto de Cataluña porque el Ministerio de Trabajo defendía que no se puede transferir las tareas de inspección sobre leyes laborales que son de competencia central.

-- Por último, Sevilla se ocupa de las bonificaciones y subvenciones a los empresarios enmarcadas en la Seguridad Social. Recuerda conversaciones mantenidas como ministro, con algún alto responsable ministerial que continúa aún hoy en su puesto, en las que logró convencerle de dos cosas:

-- Que el sistema es automático e informatizado: no hay nada que transferir, salvo poner una interface entre los empresarios vascos y los ordenadores de la Seguridad Social que solo dilataría el proceso perjudicando a los empresarios vascos.

-- Que cualquier otra cosa que no fuera la pura gestión de algo decidido y controlado en Madrid afectaría a la caja única de la Seguridad Social. No obstante, “si como dice el Secretario de Estado de la Seguridad Social, y yo no pongo en duda, lo acordado no toca “ni de lejos” la caja única de la Seguridad Social, entonces ¿que se ha acordado?”, ironiza el ex ministro.

 

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