Amarga victoria del PP. Feijóo dudó en salir al balcón de Génova en medio de los gritos de “¡Ayuso, presidenta!”

Máxima tensión ante un escrutinio mucho más ajustado de lo esperado. Enfado por la fiesta improvisada en Ferraz: “Nunca antes un partido que ha perdido salió a celebrarlo”

Alberto Núñez Feijóo, en el balcón de la sede del Partido Popular.
Alberto Núñez Feijóo, en el balcón de la sede del Partido Popular.
  1. Las derechas no suman
  2. Máxima tensión en la sede del PP 
  3. Prudencia en Génova ante las encuestas
  4. Dudas sobre si Feijóo saldría al balcón
  5. Feijóo llegó una hora tarde a Génova
  6. Los nervios se palpaban en el ambiente
  7. Otros detalles que se vivieron en Génova
Simpatizantes del PP  (Foto:  Alberto Ortega / Europa Press).
Simpatizantes del PP (Foto: Alberto Ortega / Europa Press).

Un escrutinio electoral de infarto dio la victoria en las elecciones generales de este domingo al PP, que sin embargo no suma con Vox y Unión del Pueblo Navarro los 176 escaños de la mayoría absoluta. Alberto Núñez Feijóo gana, pero asume ya que tiene muy complicado convertirse en presidente del Gobierno.

Aunque esperan semanas e incluso meses complicados, Pedro Sánchez podría seguir en La Moncloa si consigue los votos a favor de sus socios hasta ahora, y además Junts, el partido de Carles Puigdemont, no bloquea su investidura, al menos con una abstención.

Las derechas no suman

El partido liderado por Alberto Núñez Feijóo ha conseguido ser el más votado, algo que no lograba desde las elecciones de junio de 2016 que ganó Mariano Rajoy.

El PP se quedó en los 136 escaños, pero sale reforzado del 23-J, a costa del retroceso de Vox (pierde 19 diputados) y la desaparición de Ciudadanos. Feijóo suma 47 escaños más que Pablo Casado, con lo que consigue colocar al Partido Popular como primera fuerza política y toma una ventaja indiscutible con respecto al partido de Santiago Abascal.

Máxima tensión en la sede del PP 

Pese a que esperaban una noche de alegrías, a medida que avanzaba el escrutinio se comenzaba a palpar la tensión entre los simpatizantes del PP que acudieron a la calle Génova.

Sin música, con un recuento muy ajustado entre el PP y el PSOE, en el que la suma del bloque de la derecha no alcanzaba la mayoría absoluta, los militantes del Partido Popular aguardaban con “mucha preocupación” y revisando sus móviles el resultado de las urnas.

Con el 50% del voto escrutado, el PSOE lograba 131 escaños, frente a los 130 del PP. Le seguían Vox con 31 y Sumar con 30. Con el 53% del escrutinio, el PSOE conseguía 130 diputados, frente a los 131 del PP. Después, Vox con 31 y Sumar con 30. Era la primera vez durante el recuento que el PP se ponía por delante.

Prudencia en Génova ante las encuestas

Ni un militante había acudido a la sede de la calle Génova al cierre de los colegios electorales. Sólo los periodistas, a partir de las ocho de la tarde, comenzaron a formar corrillos en los alrededores del edificio.

El Partido Popular prefirió ser prudente ante los datos de las encuestas que le pronosticaban una importante subida en número de escaños, hasta los 150, pero que le dejaban lejos de poder gobernar en solitario.

 

A las diez y media de la noche, el resultado seguía siendo una incógnita: el bloque de la derecha continuaba siendo el favorito para alcanzar la barrera de la mayoría absoluta -fijada en los 176 escaños-, pero comenzaban a circular algunos sondeos internos que vislumbraban un escenario diferente, en el que la remontada de la izquierda no era imposible, y PP y Vox no sumaban los escaños suficientes para dejar el resultado atado.

Dudas sobre si Feijóo saldría al balcón

Tras la victoria arrolladora del 28-M, el PP tuvo preparado el habitual escenario de las victorias electorales en el balcón de la sede de Génova desde media tarde.

Pero hasta el último momento, hubo dudas sobre qué haría Alberto Núñez Feijóo una vez finalizara el escrutinio. Los gritos de “¡Ayuso, presidenta!” eran constantes en la calle. Y los resultados no habían sido los esperados.

Después de varios minutos de especulaciones, portavoces de la formación confirmaron que el presidente del PP comparecería para reivindicar su derecho a formar gobierno porque había ganado las elecciones, frente a la fiesta improvisada en Ferraz: “Nunca antes un partido que ha perdido salió a celebrarlo”, se quejaban altos cargos del Partido Popular.

Varios centenares de simpatizantes comenzaron a agolparse a las puertas de la sede, se procedió a un reparto exprés de banderas de España, que algunos de los presentes rechazaron, y la música de Julio Iglesias comenzó a sonar a todo volumen para recibir en el balcón a la plana mayor del partido.

Feijóo llegó una hora tarde a Génova

El líder del PP llegó poco antes de las nueve de la noche a la sede nacional del partido para seguir con la secretaria general, Cuca Gamarra, y su equipo más próximo el recuento electoral. Estuvo acompañado también, en todo momento, por su pareja, Eva Cárdenas.

Su llegada a una hora tan tardía no sorprendió a los miembros de su equipo. Al igual que la noche del 28 de mayo, el líder del PP desembarcó en Génova bastante después del cierre de los colegios. “Es un hombre tranquilo”, bromeaba a Confidencial Digital un dirigente de su máxima confianza.

Los nervios se palpaban en el ambiente

Los nervios se palpaban en el ambiente. Parecía el preludio de una nueva noche tensa para el PP después de la victoria del 28-M y, esta vez, porque el avance del escrutinio no garantizaba la suma con Vox.

Fuentes populares comentaban a primera hora de la noche que estaban preparados para “una noche larga” en la que “todo estaba abierto” pero “bastante más controlado” que en otras noches electorales.

En la dirección del PP se apelaba constantemente a la “cautela”, a la espera de conocer los resultados. Habría que aguardar hasta el último minuto porque, insistían, el comienzo del escrutinio apuntaba a que los bloques de izquierda y derecha iban a estar muy igualados y todo podía depender al final de “un puñado de votos”. “A ver si Tezanos iba a tener razón”, llegaba a comentar en privado, no sin cierta sorna, un destacado dirigente del PP.

Otros detalles que se vivieron en Génova

-- Banderas de España y del PP, sin desplegar: Varias cajas con banderolas no llegaron a desembalarse. Pese a que algunos simpatizantes trataron de que se diera una imagen repleta de banderas de España a lo Vox, muchos de los presentes rechazaron ondear las enseñas. No entendían la euforia que intentaban transmitir los dirigentes del partido.

-- Apagón de televisiones en la recta final del recuento: ocho televisiones retransmitían a través de distintas cadenas el avance del recuento en la planta baja de Génova. Por sorpresa, y una vez superado el 80% de voto escrutado, las televisiones se fueron a negro.

-- La cena se hizo esperar… y cuando llegó el catering fue literalmente arrasado por los periodistas. Fue muy variado: se pudieron degustar pequeños sándwiches, bocaditos de jamón y queso, refrescos. No se sirvió alcohol. Fue suministrado, al igual que la noche de las pasadas municipales y autonómicas, por Viena Capellanes.

-- El agua, el bien más preciado en Génova: el catering que se sirvió a los periodistas incluyó todo tipo de refrescos, pero muchos de los informadores buscaron a la desesperada algún botellín de agua en una calurosa noche de julio.

-- Se acreditaron en Génova 225 periodistas, de ellos 100 extranjeros. Pertenecían a 131 medios: 72 nacionales y 59 internacionales.

Alberto Núñez Feijóo saluda a los simpatizantes del PP (Foto:  Alberto Ortega / Europa Press).
Alberto Núñez Feijóo saluda a los simpatizantes del PP (Foto: Alberto Ortega / Europa Press).

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