Pedro Sánchez a por todas, incluido Franco
Que Pedro Sánchez es un acreditado animal político, nadie puede ponerlo en duda.
Lo ha demostrado en multitud de ocasiones y frente a retos de todo tipo, empezando por su traumática expulsión como secretario general del PSOE, pasando por convocatorias electorales en las que el partido, ya bajo su dirección, ha cosechado los peores resultados de la historia en generales, autonómicas y municipales... Baste recordar los desastres últimos, en Andalucía y Galicia.
Y él, de todo consigue salir bien librado. Hasta ahora, al menos.
Por no hablar del atolladero de la ley de amnistía, de la ‘traición’ de los socios catalanes presentando en el Parlament una moción a favor de la autodeterminación, de la rebelión de las otras comunidades contra la independencia fiscal de Cataluña, del ‘caso Koldo’ y sus derivadas...
Ahora, Pedro Sánchez se siente acorralado por un asunto especialmente delicado: los intentos de implicar a su mujer, Begoña Gómez, en la concesión de ayudas del Gobierno, en contratos sospechosos, en subvenciones para sus actividades profesionales...
Pues, en medio de todo eso, Pedro Sánchez sigue manteniendo el tipo. Al menos externamente. Tanto, que, por ejemplo, se ha lanzado a un viaje por los países árabes
Y también, con idea de desviar la atención del personal, ha sacado de la chistera conejos nuevos. Ahí está la ofensiva para el reconocimiento del Estado Palestino.
Parece que las vacaciones le han servido para articular ideas novedosas.
Otro ejemplo más. Habida cuenta de que hemos entrado en fase multielectoral, y de que va a necesitar agitar su propio electorado, e incluso el ajeno, el de Sumar y Podemos, ha vuelto a echar mano del fantasma de Franco.
Ni corto ni perezoso, se ha presentado en el Valle de los Caídos, hoy llamado de Cuelgamuros, para conocer la marcha de las exhumaciones de personas allí enterradas tras la guerra civil. Un periódico ha llegado a titular esa visita diciendo: “Sánchez se pasea entre calaveras”.
Algunas cosas no le están saliendo tan bien, como ocurre con el asalto a Radiotelevisión Española, que se le ha complicado. Pero en realidad eso son peccata minuta, al lado de todo lo que ha superado hasta ahora.
Y cree que le volverá a servir lo de Franco. ¡Quién le iba a decir al viejo general que desde la izquierda socialista lo utilizarían para ganar votos!
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