Caso Bárcenas: cortar, sajar y limpiar a fondo ya

La herida que ha ocasionado en el Partido Popular (y en el Gobierno) el estallido del escándalo Bárcenas, con la denuncia del cobro de dinero negro por parte de altos cargos del PP durante años, podría compararse con un grave brote de gangrena, esa patología que, si no se remedia, pone en peligro la existencia de todo el organismo. Hay que cortar, aplicando, nunca mejor dicho, el consejo popular de “cortar por lo sano”.

Mariano Rajoy tendría que disponerse a esa intervención contundente, y hacerlo cuanto antes. Ahora es el momento de cortar, sajar y limpiar a fondo la infección. Y, por supuesto, caiga quien caiga. Incluyendo, si fuera menester, personajes de la actual cúpula y también ministros, caso de que figuren en la lista de los que cobraron sobres deforma irregular. Insisto: dirigentes nacionales y ministros, si fuera preciso.

En ese escenario, el escándalo se tornará aterrador, con consecuencias inmediatas demoledoras para el partido. Pero no hay más remedio. Prolongar las cosas sin hacer nada práctico, y sólo anunciar investigaciones que tardarán meses y aun años en aclararlas cosas, puede resultar mucho más dañino.

Y, sin embargo, políticamente la ventaja es que todavía falta mucho para las próxima selecciones generales. Y de aquí a entonces habrá tiempo suficiente para restañar heridas y recuperar imagen. Otra cosa son las europeas, pero lo decisivo está en las generales de 2015.

Incluso hasta cabría la posibilidad, desde el punto de vista de la imagen, de ‘vender’adecuadamente la escabechina, capitalizando la determinación con que se habría puesto fin al escándalo de corrupción porque habrían rodado cabezas muy altas. Hasta sería una ventaja, si se compara con otros partidos, sobre todo con el PSOE.

Si no se opta por esa vía, la segunda opción que aparece es intentar pactar con Luis Bárcenas para minimizar el daño. Se trataría de negociar con él para que no desvele los nombres de quienes aparecen en su libreta de cobros, a cambio de ofrecerle… lo que se le pueda ofrecer.

Esa alternativa me parecería un error grave, por dos motivos. Primero, porque el PP y su presidente quedarían para siempre rehenes de un chantaje que podría repetirse de nuevo en cualquier momento. Segundo, porque, a estas alturas, no resulta tan sencillo parar o mediatizar a la justicia, y por tanto no hay forma de garantizar a Bárcenas ese trato judicial de favor que por lo visto requiere.

Lo dicho. Cortar, sajar y limpiar a fondo… cuanto antes.

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Twitter: @JoseApezarena

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