¿Cortinas de humo? Sí pero menos

Se habla mucho estas últimas semanas de las cortinas de humo que el Gobierno de Rodríguez Zapatero, está extendiendo ante las narices de los españoles con el propósito de distraer a la opinión pública de la crisis económica –ya evidente recesión- que estamos sufriendo.

Es innegable que el Ejecutivo está aprovechando -y va a seguir aprovechando- todas las bazas que tenga en su mano para, en materia económica, hacernos ver que lo blanco es negro, que lo negro es blanco, que estamos mejor que nunca y que nadamos en la prosperidad gracias, precisamente, a nuestros gobernantes socialistas que lo están bordando con las medidas que toman.

Es evidente también que asuntos como la Ley del aborto o todo lo referente a la eutanasia y –en otro plano- la manía de desenterrar a los muertes, puede formar parte de esas cortinas de humo, pero que nadie pierda de vista que el aborto y la eutanasia son algo mucho más serio y de mucha más trascendencia que el mero humo.

Acabar, por vía legal, con seres humanos antes de nacer o antes de que les llegue el final natural de sus vidas, es algo que va mucho más allá de una maniobra de distracción.

Además, tanto la eutanasia como el aborto tocan en el centro de las creencias y del concepto de la vida que tienen muchos españoles.

En la llamada Ley de interrupción voluntaria del embarazo -pura y simplemente aborto- y en la denominada, tan ingeniosamente, de suicidio asistido -eutanasia pura y dura- se está jugando un concepto, no sólo moral o mucho menos religioso, sino una idea de la sociedad que el Gobierno se saca, sin más, de la manga.

Eso es así, porque sería muy difícil de demostrar que esa ‘inmensa mayoría de los ciudadanos’ -a la que siempre aluden los socialistas para justificar sus imposiciones- esté preocupada y clamando mañana tarde y noche por leyes del aborto, de la eutanasia o de la memoria histórica.

La realidad de los españoles pasa por otras preocupaciones y –no hay que olvidarlo- en estos momentos, lo hace fundamentalmente, por los problemas económicos. Pero jugar con la vida que está en peligro con el aborto y la eutanasia, no es una pura cortina de humo. Admitirlo, sería pecar de ingenuos y jugar a juegos ajenos.

Podría estar ocurriendo que la crisis económica, tan grave como para no ser una cortina de humo, hiciera olvidar a los españoles la tramitación de leyes como las que nos pretenden colocar distraídos, lógicamente, con la recesión, el paro y el cierre de empresas.

 

Es decir engaños por cualquier sitio y desde cualquier panorámica, que se contemple la situación.

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