Por la boca… Psicofonías y apariciones

Por si éramos pocos nuestros hombres públicos se están dedicando a parir videoconferencias y discursos mitineros grabados en recónditas y hasta flatulentas celdas carcelarias.

Nuestra vida pública está entrando en una deriva (que diría un cursi) casi sobrenatural; entre apariciones y psicofonías las caras de Bélmez y las voces de ultratumba del palacio de Linares, se están quedando en nada.

Carles Puigdemont, se nos aparece cada dos por tres desde un lugar ignoto de Bélgica y, entre la sonrisa y el pelo, uno espera que cualquier día se haga carne desde el castillo de Bran en Rumanía. Se presenta y habla, pero como siempre dice lo mismo, lo tenebroso es que se presenta.

Se escuchan psicofonías desde las cárceles y las voces parecen de Oriol Junqueras y de Jordi Sánchez, aunque, con las incomodidades de la clandestinidad, y lo aficionados que son estos individuos al fraude, igual son de otros. Las autoridades penitenciarias se han apresurado a abrir sendos expedientes y lo averiguan seguro. Aunque, a lo mejor, las voces son de Tardá o de Rufián que igual son ventrílocuos o muñecos de ventrílocuos, que nunca se sabe

Se aparece Miquel Iceta a sí mismo y se muestra encantado de haberse conocido y más encantado con ser presidente de la Generalitat y decirle a Pedro Sánchez quien es él, indultos aparte, mientras se le aparece Josep Borrell en forma de cirujano de hierro con el desinfectante en la mano.

A la vicepresidenta Sáenz de Santamaría, se le aparece Montesquieu y se carga de un ‘mitinazo’ la división de poderes, y le echa el muerto a Rajoy.

Y apariciones en colores tiene Albert Rivera, en los colores de los distintos contenedores de basura a los que arrojar los votos que no sean para Ciudadanos.

Casi de madrugada, a Sánchez Mato se le aparece Manuela Carmena y le cesa como responsable económico del Ayuntamiento de Madrid; claro que a Carmena, previamente, se le había aparecido Cristóbal Montoro.

Y por si faltaba algo para completar el horror, a todos se nos aparece Ángel María Villar y a Mariano Rajoy se le aparece la FIFA.

 

Y es que no ganamos para sustos a pesar de que los y las de la CUP, se turnan en sus apariciones y la cosa es más llevadera.

Comentarios