Autocríticas electorales que asombran o hacen reír

Como botón de muestra, Esperanza Aguirre – siempre original y desenvuelta- ha expresado que el candidato del PP en Andalucía, Juanma Moreno, tendría una situación muy distinta en el partido si hubiera sido elegido en un congreso, en vez del “dedo de Rajoy”. Está invitando a Moreno a q ue dimita por los malos resultados y su proceso de elección ¡pero si la propia Esperanza Aguirre ha sido elegida por el dedo de Rajoy, cómo se atreve a criticarlo ahora.

Las elecciones autonómicas andaluzas han sido las primeras del año en España, y aunque los resultados no son extrapolables a otras autonomías sí que ofrecen tendencias de voto. No son extrapolables por la propia idiosincrasia andaluza. Los 1.000 imputados por los EREs y los cursos de formación – y sigue aumentando la lista tras el 22 de marzo-, en su amplia mayoría cargos socialistas, no han pasado factura.

Una cosa es que cada líder político intente, como siempre, salvar los propios resultados, y otra muy distinta defender posicionamientos a todas luces indefendibles con un poco de objetividad, sólo con un poco. Vamos, que no pocas valoraciones constituyen un auténtico insulto a la inteligencia, al menos para los que deseamos que la política no sea un ruedo de pasión o de fobias, sino de cierta sensatez, por las repercusiones que tiene para el gobierno y la vida cotidiana de los ciudadanos.

Sucede en bastantes líderes políticos como con el fútbol, que hay aficionados incapaces de reconocer errores propios, penaltis sólo a favor, y hay otros que da gusto hablar con ellos porque distinguen afición de realidad.

Se puede extraer un sencillo análisis de Andalucía: éxito personal de Susana Día - y del PSOE en menor medida-, batacazo del PP, buenos resultados de Podemos, excelentes resultados para Ciudadanos, hundimiento de Izquierda Unida y naufragio total de UPyD. De Vox, ni un calificativo: no tiene entidad.

Escuchar a un líder del PP que Susana Díaz y el PSOE han fracasado es, sencillamente, jocoso. Susana Díaz se ha salido con la suya, aunque obtenga los 47 diputados que ya tenía el PSOE en las pasadas autonómicas andaluzas. Con otro líder sin el tirón de Díaz, el PSOE no hubiera sacado esos resultados.

El batacazo del PP ha sido asumido expresamente por el ministro José-Manuel García Margallo, Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy, que ha asumido que un castigo hacia él, como queriendo salvar al PP. Pero si en las elecciones de mayo se producen batacazos “peperos” que prolonguen el andaluz, el propio Rajoy se va a tambalear para las generales, o le van a hacerse tambalear en el PP. Los votos perdidos por el PP se han ido a Ciudadanos, a la abstención y, en una proporción que requiere mayor análisis, al propio PSOE en la persona de Susana, para frenar a Podemos.

Podemos ha sacado buen resultado, pero menos de lo que esperaba. Ciudadanos ha irrumpido con fuerza, y eso puede salvar al PP en otras comunidades autónomas, o no, ya veremos. UpyD se ha estrellado sin paliativos, y Rosa Díez debería haber dimitido ya: aumentan las voces que le piden aliarse con Ciudadanos, y las dimisiones en UPyD se producen en cascada, y todo indica que el trasvase de militantes y hasta candidatos de la formación “magenta” continuará hacia Ciudadanos.

Todos los partidos políticos necesitan más autocrítica, si quieren adquirir un cierto respeto de los votantes, en una época en que se comprueba la fractura entre ciudadanos y partidos políticos. Hace falta otro estilo, muchas caras nuevas, otros líderes con prestigio personal y profesional, que no hayan vivido toda su vida de la política, y que no nos hagan reír con sus valoraciones.

 
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