Esto es lo que hay

El sectarismo mostrado por el grupo parlamentario socialista y el espectáculo dado en forma de sumisión a su partido del Presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, con motivo de la colocación o no de una placa conmemorativa en honor de Santa Madre Maravillas –una monja canonizada por Juan Pablo II que nació en uno de los edificios que albergan actualmente parte de las dependencias de la Cámara- es para nota. Aunque también es verdad que hay matices y diferencias entre la actuación de unos y del otro.

En el caso de los diputados del PSOE, en cuanto tuvieron conocimiento que la Mesa del Congreso había aprobado la colocación de una placa en honor de la citada monja, no tardaron ni un cuarto de hora en que les saliera el “pelo de la dehesa” en forma del anticlericalismo mas rancio, mas trasnochado, con los argumentos del “manual del laicista radical” inspirado por el decano de los laicistas recalcitrantes que anidan en el PSOE y sus aledaños y que no es otro que el ex –Rector de la Universidad Carlos III y ex –Alto Comisionado para las Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces Barba.

¿Qué hubiera pasado si en lugar de ser una monja católica, declarada santa por el anterior Papa, la persona propuesta para ser objeto del homenaje, hubiese sido una infatigable luchadora de los derechos de la mujer trabajadora, una budista o una mahometana? Pues eso, yo también pienso lo mismo: ningún problema.

En cuanto a Bono, su actuación en todo este asunto, no le deja en muy buen lugar. Hay que recordar que según el protocolo oficial, es la tercera autoridad del Estado. Al final, se ha plegado de forma un tanto vergonzante al sectarismo y a la intolerancia de su partido, actuando más como un disciplinado y, permítaseme la expresión, aborregado militante que como Presidente de una Cámara donde están representados diferentes grupos políticos y, por tanto, distintas sensibilidades sociales. Si la Mesa del Congreso, órgano presidido por Bono, aprobó por una mayoría aplastante la colocación de la placa en homenaje a la Madre Maravilla, ¿por qué luego esa marcha atrás del Presidente Bono haciendo que ese órgano de la Cámara revocara su decisión anterior?

Pero esta es nuestra actual clase política: ramplona, calculadora, con importantes dosis de sectarismo y de falta de altura de miras. Todas las generalizaciones son injustas, porque evidentemente que ni todos los políticos son iguales, ni todos pueden ser juzgados de la misma manera. Pero parece claro que de un tiempo a esta parte se ha dado un paso atrás en lo que atañe al nivel de nuestra clase política. Por eso no es de extrañar que cada vez mas haya una mayor desafección ciudadana hacia los partidos y hacia los políticos. ¿Eso es bueno o malo? Depende, pero en cualquier caso esto es lo que hay, y muchas veces da la impresión que no da mas de sí por mucho que algunos se empeñen en lo contrario.

 
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