Estamos olvidando el 11-M

Recuerdo como si fuera ayer aquel jueves 11 de marzo de 2004. Madrid amanecía tranquilo cuando las radios nos taladraron el oído, aún adormecido. Gran atentado en varias estaciones de tren del sur de la capital. Se empezaron a recibir las primeras imágenes y se confirmó lo peor: 191 muertos y más de 2.800 heridos.

Han pasado ya cinco años de la masacre y parece que hemos olvidado que lo que se vivió aquel 11 de marzo fue el mayor atentado terrorista de la historia de Europa. La sensación de olvido que impregna a la sociedad provoca una reacción casi refleja de impotencia. En los trenes de Atocha, El Pozo, Santa Eugenia o la calle Téllez perdimos mucho, queridos compatriotas.

Los momentos vividos los días posteriores a la masacre fueron de absoluta vergüenza para las víctimas: las declaraciones cruzadas, las falsas acusaciones, los mensajes de ‘pásalo’, el cambio de poder… Más tarde llegaron los juicios, las sentencias y los artículos periodísticos. El resultado, a día de hoy: dieciocho personas en prisión y condenas de varios miles de años para algunos de ellos. Pero, lo verdaderamente preocupante es el olvido gubernamental al que han sido sometidos los afectados y, por extensión, la ciudadanía en general.

Una de las personas que resultaron heridas en uno de los trenes (afortunadamente, de levedad) me comentaba hace unos días que lleva cinco años esperando a recibir la compensación económica a la que tiene derecho. ¡Un lustro! Su vida cambió aquel día y, en este tiempo, nadie se ha acordado de él. “Y lo que me queda por esperar”, me decía.

Su lamento, más que por no haber recibido aún su dinero, es psicológico. Cada vez que sale de casa para coger un tren, dice recordar la escena que vivió aquel día. Y eso nadie lo puede reparar.

Tampoco me explico el abandono que sufre el actual monumento dedicado a las víctimas de la masacre en plena estación de Atocha. El monolito tiene estropeado el mecanismo de aire que permite que se mantenga inflada la cúpula interior, lo que hace imposible leer los centenares de mensajes inscritos en ella. De pena. ¿Y quién se acuerda del ‘bosque de los ausentes’ en el parque del Retiro? Pocos.

El ex presidente argentino Nicolás Avellaneda dejó para la historia la siguiente frase: "Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla". El 11-M es historia para España y es evidente que algunos, por omisión o por comisión, están olvidando esa fecha.

 
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