Hacienda reclama a un millón de españoles hasta 60 euros del ‘cheque-alimentación’

Está enviando cartas para exigirles que devuelvan ese dinero en la declaración de la Renta al haber experimentado un “incremento patrimonial” por la ayuda de 200 euros

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante un pleno en el Senado.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante un pleno en el Senado.
Hacienda reclama a un millón de españoles hasta 60 euros del ‘cheque-alimentación’.

Sorpresa de Hacienda para un millón de españoles. El Ministerio está reclamando por carta a los beneficiarios del ‘cheque alimentación’ de 200 euros que declaren la ganancia patrimonial derivada de esa ayuda. Les informa de que deben tributar esa cantidad en el IRPF. El cheque fue una de las medidas anticrisis estrella aprobada por el Gobierno para hogares con rentas bajas.

Conocido como ‘cheque-alimentación’, fue anunciado por el propio Pedro Sánchez, en una comparecencia institucional en Moncloa, tras una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros que tuvo como objetivo aprobar un paquete de ayudas como respuesta a la crisis provocada por la guerra de Ucrania.

La ayuda de 200 euros, que se realizó en un solo pago, debía beneficiar a 2,7 millones de personas, según las cifras ofrecidas entonces por el Gobierno. Para acceder a esta prestación era indispensable que los ingresos por hogar fueran inferiores a 14.000 euros anuales. Además, el patrimonio debía estar por debajo de 43.196,40 euros.

Cartas con reclamaciones de hasta 60 euros

Ahora, según ha sabido Confidencial Digital, Hacienda está remitiendo cartas a un millón de ciudadanos beneficiarios de la ayuda de 200 euros desde el año 2022.

Les informa de que este ‘cheque-alimentación’ tributa como “ganancia patrimonial” en el impuesto sobre la Renta. Por eso, los contribuyentes que superen el mínimo para realizar la declaración, deberán incluirlo en el ejercicio fiscal correspondiente a 2023 y que se presenta en la campaña del IRPF que acaba de arrancar.

El motivo es que la ayuda de 200 euros no está sujeta a la Ley 38/2003, de 17 de noviembre, según la cual ciertas ayudas no se contemplan como ganancias patrimoniales.

Según cálculos de expertos consultados por ECD, a una renta media de 23.500 euros le corresponde pagar alrededor de 30 euros por la ayuda este año.

Pero la cifra puede elevarse hasta los 60 euros si la renta alcanza los 27.000, que es el límite de ingresos permitido para recibir la ayuda. Salvo determinados casos, un contribuyente medio tendrá que abonar a Hacienda el 30% de lo ingresado por el cheque. En este caso, la ayuda se quedaría realmente en 140 euros.

Haber cobrado menos de 1.000 euros

No obstante, Hacienda ha decidido excluir del pago de impuestos a una parte de los beneficiarios de una de las ayudas estrella que aprobó el Gobierno en 2022 para combatir la inflación y compensar a los hogares con rentas bajas por la subida de la cesta de la compra: a quienes en total hayan cobrado menos de 1.000 euros en prestaciones del Estado.

 

Esas cantidades -que no están exentas de tributación- no obligan por sí mismas a presentar la declaración de la Renta.

Obligan a ello si su importe individual o conjunto, o el importe total, junto con otras subvenciones o ayudas públicas no exentas, con los rendimientos del capital mobiliario sin retención (Letras del Tesoro) o con las imputaciones de rentas inmobiliarias (el 1,1% o el 2% del valor catastral de inmuebles diferentes a la vivienda habitual, viviendas arrendadas o afectas a actividades económicas, entre otros inmuebles) superan la cuantía de 1.000 euros anuales.

Recuperar una parte de las ayudas

Según ha podido confirmar ECD por fuentes de la Agencia Tributaria, Hacienda va a considerar que los que superan esa cifra (1.000 euros) como beneficiarios de una subvención de la administración, deben declarar ese dinero como “ganancia patrimonial” en el impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

Con este movimiento, la Agencia Tributaria persigue recuperar una parte importante de las subvenciones entregadas.

Mientras otras aportaciones del Estado, como el ‘cheque-bebé’, las ayudas para el transporte o los seguros médicos, están exentas de tributación en el IRPF, las cantidades recibidas por la ayuda de 200 euros, y también el ‘bono cultural’, sí deben ser declaradas en la Renta, salvo que se haya percibido menos de 1.000 euros en ayudas.

Denuncias por falta de publicidad

Algunos afectados por esta obligación relatan a ECD que, durante este tiempo, Hacienda no les ha remitido ninguna carta informándoles de esa novedad.

Se da la circunstancia, además, de que en algunos borradores de la declaración de la Renta, que la Agencia Tributaria envía para ser confirmado por los contribuyentes, no figuran estas subvenciones en ninguna de las casillas. Hacienda debería recoger precisamente en ese documento todos los datos económicos que dispone de los contribuyentes.

Expertos fiscales explican a ECD que resulta llamativo que no se incluya ninguna mención a esta ayuda en algunos borradores, cuando precisamente el beneficiario recibe el dinero de la propia Administración.

Viene contemplado en la normativa

En el Ministerio de Hacienda explican que, salvo que la Ley lo indique expresamente, todas las subvenciones recibidas por personas, realicen o no actividades económicas, tienen la consideración de ganancias patrimoniales. Eso significa que no están exentas en el Impuesto sobre la Renta.

Recalcan que la normativa que desarrolla la concesión de las ayudas contemplaba desde el principio, cuando fue publicada en el BOE, la obligatoriedad de tributar por ese dinero.

Hacienda reclama a un millón de españoles hasta 60 euros del ‘cheque-alimentación’.

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