El Cerebro, la influencia ambiental y los posibles Peligros ...

El Ictus del Latín = Golpe, significa interrupción de la circulación sanguínea al cerebro. Por lo visto, y según el Instituto Kardinsha de Estocolmo, si algún familiar ha sufrido un Ictus alguna vez, estamos obligados a estar atentos, porque también podríamos padecerlo, y sufrir un accidente cerebrovascular. Entre otros datos, fue publicado en la revista Circulatión Cardiovascular Geneties. Son datos recogidos entre 1987 y 2007. Pero los investigadores científicos no consiguieron la suficiente información sobre otros factores de riesgo, como presión arterial alta o niveles anormales de lípidos. Así que, no pudieron determinar si la influencia familiar era directa o la mayor probabilidad de padecer un Ictus se debe a factores indirectos... Erik Ingelsson, uno de los científicos, dijo que influye mucho el estilo de vida sobre el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares. Sin embargo, es muy importante prestar una responsable atención a los hábitos de la dieta, la practica de ejercicios y controlar la presión arterial, teniendo en cuenta si un hermano u otro familiar cercano ha padecido un Ictus ...

Ésta palabra sustituye a otros términos que hicieron historia en nuestro acervo cultural al referirse a la obstrucción de un vaso sanguíneo cerebral (trombosis, embolia) su rotura (derrame) o las dos (apopleja) en la Sociedad Española de Neurología (SEN) defienden que este vocablo sea el único a la hora de referirse a cualquier tipo de patología cerebro vascular aguda.En caso de que sea obstrucción de una arteria cerebral o rotura, ya hablaríamos de Ictus Isquémico (infarto cerebral) o Ictus hemorrágico (hemorragia cerebral) es una patología representativa como Segunda causa de muerte en nuestro entorno (sobretodo en la mujer) siendo una de las principales causas de discapacidad permanente en adultos, y la Segunda en demencia, tras la enfermedad del Alzheimer que en cifras, afecta a unos 120.000 o 130.000 españoles cada año, calculando unos 80.000 fallecidos, o que queden discapacitados en lo que les quede de vida. Tengamos en cuenta que, a diferencia de los síntomas alarmantes en la patología miocárdica aguda (dolor en el pecho entre otros) no suele suceder con los síntomas de alarma del Ictus, desconocidos para la gran mayoría de personas. Así que las Asociaciones de Pacientes y algunas Sociedades Científicas, diseñaron campañas informativas enfatizando aquellos síntomas más comunes por lo que pueda expresarse en un Ictus: Pérdida repentina de fuerza en cara, cuello, brazo, y pierna de un lado del cuerpo, pérdida de visión súbita en uno o los dos ojos, dificultad imprevista para hablar o expresarse, dolor de cabeza inesperadamente y muy intenso, sensación de inestabilidad y desequilibrios bruscos u otras varias molestias. En cualquiera de éstos casos, acudir de inmediato a un Hospital. Ya que según que tratamiento, debe ser dentro de las 4 primeras horas.

Dentro de este tiempo, y una vez establecido el diagnóstico, ante la historia clínica, exploración neurologica, y estudios complementarios, las posibles opciones de tratamiento pueden ser: Fibrinolisis endovenosa, administrando un fármaco para “disolver” el trombo que causó el  Ictus, que puede ser isquemico. Fibrindisis intraarterial o abordaje endovascular (trombectomia) en caso de origen en una gran arteria, por haber transcurrido más de 4.5 horas o por otras circunstancias, como el fracaso del tratamiento intravenoso, que se puede recurrir al neurointervencionismo vascular. Aparte de lo comentado, en los pacientes que hayan sufrido un Ictus, incluso el hemorrágico, es obligado un control general de su estado, con el soporte hemodinámico de sueros y fluidos parenterales, oximétrico y en casos precisos, nutricional, enteral o parenteral, según permita el estado clínico del paciente, así como en caso de edema cerebral, arritmias cardiacas, infecciones intercurrentes, alteraciones iónicas, descompensaciones hiperglucemicas u otros imprevistos. Durante la fase aguda entra en juego el tratamiento rehabilitador, que debe ser diseñado en función de las secuelas del paciente, que puede ser: logopedia, rehabilitación de la marcha u otros inconvenientes. Proceso que se puede prolongar días, semanas o meses, en función de la situación de partida y objetivos pretendidos en el paciente. Decía el Dr. Valentin Mateos, de la Clínica La Luz en Madrid, que ésta patología del Ictus “se puede prevenir”. La prevención primaria para minimizar nuestro riesgo personal puede ser: Llevar una dieta rica y saludable, con mínima sal y grasas, controlar el peso corporal, la presión arterial, nivel de colesterol y azúcar en la sangre, realizar alguna actividad física regularmente, abandonar totalmente el fumar, restringir el consumo de alcohol a nivel moderado, controlar el pulso regularmente, que en caso de notar algo rápido o con palpitaciones en una situación reposada, consultar al médico inmediatamente.

Quienes ya han sufrido un Ictus, deben realizar una prevención secundaria, minimizando un riesgo futuro. Sin olvidar la toma diaria de medicación: antiagregantes, anticoagulantes, y el control periódico clínico del estado vascular con doppier de carótidas y transcraneal, análisis, y aceptar cualquier otro consejo Doctoral. Además, tengamos en cuenta el clima bruscamente cambiante, relacionado con la creciente mortalidad y discapacidad por accidente cerebrovascular en regiones de todo el mundo. Según se ha publicado un estudio en la revista médica Neurology, de la Academia Estadounidense de Neurología, ciertos investigadores durante tres décadas, descubrieron que las NO ÓPTIMAS, estando por debajo o por encima, quedan asociadas a la discapacidad por un accidente cerebrovascular y posible muerte. Este estudio no prueba que el cambio climático provoque accidentes cerebrovasculares, pero SI UNA ASOCIACIÓN. Tampoco se examinaron factores de riesgo como la presión arterial alta y los niveles de colesterol altos. Sabemos que con temperaturas inferiores a las óptimas, encontramos aumentos de accidentes cerebrovasculares, ya que los vasos sanguíneos se contraen, aumentando la presión arterial, siendo un factor de riesgo. Las temperaturas altas pueden causar deshidratación, afectando los niveles de colesterol, provocando un flujo de sangre más lento, y por tanto, provocar accidente cerebrovascular. Los cambios bruscos de temperaturas, están provocando dramáticamente problemas en la salud humana. Quan Cheng del Hospital Xiangya, de la Universidad Central Sur en Changsha, en China, publicó que el estudio de su grupo, encontró una serie de aumentos en accidentes cerebrovasculares en variedad de países, sobretodo en poblaciones de Mayor Edad, y en zonas de con más disparidades en la atención sanitaria o médica...

En 2019 se registraron 521.031 muertes por éstos accidentes cerebrovasculares, comprobándose que 474.002 tenían relación con las bajas temperaturas, más masculinos que femeninas. Asia central tuvo la tasa más alta... Se garantiza el trabajo de investigación en China, EE.UU. Europa y algún país africano. Gracias a que contamos con un grupo de investigadores que suelen cargar  su cuenta muchos de los gastos que les niegan el gobierno. Pero a pesar de esto, están decididos a seguir investigando por la defensa de la Salud Humana, e impresiona las normas que intentan exigir a ciertos países para que sigan una correcta Atención Sanitaria al pueblo que presiden ... Los poderosos culpan a la climatología. Pero todos tenemos la Intención de poder vivir lo mejor posible... De Antonio Quirós Abadia, Naturalista.

 

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