Muere el padre Miguel Pajares: alerta sanitaria porque aumenta el riesgo de contagio por ébola
El equipo médico ordena extremar las precauciones en la manipulación del cadáver. Será incinerado sin autopsia. Recomendación de un funeral restringido
El padre Miguel Pajares, afectado por el ébola, ha fallecido este martes en el Hospital Carlos III de Madrid. El equipo médico está extremando las precauciones en la manipulación del cuerpo porque tras la muerte aumenta el riesgo de propagación del virus.
Fuentes del personal que estaba atendiendo al religioso en el hospital Carlos III han explicado a El Confidencial Digital que los sanitarios están extremando todas las precauciones para la evacuación del cadáver porque alertan que “ahora existe un alto peligro de contagio con fluidos biológicos”.
Los fallecidos tienen una gran cantidad de virus, incluso más que las personas vivas. En un cadáver, el virus se multiplica descontroladamente y el riesgo de transmisión es muy elevado.
Explican, en este sentido, que se procederá en las próximas horas a la desinfección de las superficies potencialmente contaminadas en el hospital, así como la incineración de la ropa o prendas del personal que haya estado en contacto con el cuerpo.
Incineracion sin autopsia para evitar la propagación
Dada la elevada carga viral de los fluidos corporales que desprende el cadáver, el cuerpo de Miguel Pajares será también “sellado e incinerado”, sin practicarle la autopsia para evitar la propagación de la enfermedad, de acuerdo con el reglamento de la Policía Sanitaria Mortuoria de la Comunidad de Madrid.
El contacto con el cadáver se realizará “por personal entrenado” y no se va a proceder, en este caso, a ninguna preparación del cuerpo del difunto. Esto aconseja también celebrar un funeral y despedida muy restringida a familiares y seres queridos.
Fuertes dolores musculares en las últimas horas
Las fuentes a las que ha tenido acceso ECD explican que, aunque en las últimas horas el paciente ya no presentaba fiebre, lo que permitía hablar de una ligera mejoría en su estado de salud, los médicos se mantuvieron en alerta.
Algunos de los facultativos opinaban que esa recuperación podía suponer la antesala del final. Es lo que los médicos denominan como 'mejoría de la muerte'.
Reconocen que el padre Pajares “estaba muy débil y ha tenido fuertes dolores musculares durante las últimas horas”.