El Mundo “da un pelotazo” con la colección sobre la Guerra Civil, que relanza el “taller de chinos” de Juan Carlos Laviana

La división de suplementos del diario El Mundo —más conocida en la jerga interna del periódico como “el taller de Chinos”- se acaba de apuntar un tanto con la colección sobre la Guerra Civil que ha puesto de manifiesto la enorme capacidad de esta plataforma para realizar promociones de venta, desplazando así a las grandes editoriales. La colección sobre la Guerra Civil del diario El Mundo —con la que, por vez primera en la historia de Unedisa, se apostaba por la producción propia- ha resultado ser todo un éxito. Así al menos lo afirman desde el departamento de Marketing del diario de Pedro J. Sus responsables se encuentran sorprendidos por la fidelidad demostrada por los lectores incluso con los números más avanzados de la colección, algo de por sí bastante inusual en este tipo de ofertas. La consolidación de esta forma de producción va a servir para relanzar el trabajo de la Factoría de Contenidos cuyo equipo mixto de historiadores y periodistas será reforzado hasta crear una marca propia de suplementos y publicaciones periódicas. A partir de ahora, bajo la posible denominación de la “Biblioteca del Mundo”, se continuarán editando títulos con menor perfil político, como un especial sobre las Grandes Civilizaciones. Pese a lo dicho, entre los futuros desarrollos que se barajan actualmente en este departamento estarían una historia sobre el Franquismo y otra sobre la Transición. Sin embargo, en estos momentos existen varios proyectos sobre la mesa de los directivos de Pradillo. JuanCarlos Laviana, director adjunto de El Mundo y responsable de la Factoría de Comunicación junto a tres coordinadores, seguiría siendo la cabeza visible de esta iniciativa, que podría dar sus próximos frutos a partir de 2007. Esto supondría que, aunque continuasen las compras de colecciones puntuales a editoriales como Planeta, sería para completar las ofertas del año. Se abre, por tanto, una nueva y suculenta vía de negocio para las editoras de medios de comunicación, que habían encontrado un filón en las promociones. Ahora, podrán reducir drásticamente sus costes con equipos de trabajo propios, que abaratan enormemente los presupuestos.