La mediática detención de un agente provoca una guerra entre policías y guardias civiles
Las relaciones entre policías nacionales y guardias civiles no siempre son tan buenas como cabría desear. Los roces producidos por operaciones concretas suelen ser habituales. Uno de los encontronazos entre los dos cuerpos ocurrió hace tan sólo unos días.
A principios de mes, agentes de la Guardia Civil llevaron a cabo la que se ha bautizado como ‘Operación Taronja’, contra una red que compraba armas sueltas en el extranjero, que entraban en España inutilizadas y que eran reparadas y vendidas.
Tal como se informó oficialmente, entre los detenidos se encontraba un agente de la Policía Nacional de la provincia de Alicante.
Se trata, según le cuentan a El Chivato, de un agente de 30 años destinado en la Policía Judicial en la Comisaría de Denia, conocido en el cuerpo al ser un prestigioso deportista en la modalidad de tiro.
Además, explican, es desde hace años coleccionista de armas clásicas y actuales. Lo que ha molestado entre los miembros del CNP es la “ excesiva publicidad” que dio la Guardia Civil a la detención del policía alicantino.
De hecho en el atestado posterior a la detención no figura ninguna arma ilegal entre las que se le incautaron –y de las que el Instituto Armado difundió fotografías-. Se trataba, en todos los casos, de armas de coleccionismo e inutilizadas, de armas de uso profesional como agente, y de otras registradas y destinadas a tiro deportivo.
Según cuentan a El Chivato, mandos de la Policía han elevado una queja formal a Interior, por el trato dispensado a este joven policía, que además en ningún momento ha sido apartado de sus funciones pese a la detención.
