A la jueza del caso Farruquito y a la comisión deportiva del Real Madrid, que hacen justicia en el caso del bailaor y de Cassano

Ya no es solo que sus acciones no queden impunes sino que el castigo que reciban sea proporcionado al delito que cometen. Farruquito ha intentado cambiar la cárcel por trabajos comunitarios. Pero la juez de su caso ha dicho que no. La prisión no llegará inmediatamente. Antes su defensa recurrirá a quien tenga que recurrir, pero los trabajos sociales no son suficientes para compensar la muerte de un viandante, Benjamín Olalla. Porque no solo no le ayudó sino que además se dio a la fuga, mintió en la autoría del atropello y carecía de carnet cuando ocurrieron los hechos. Sin llegar a ese extremo, al jugador de Real Madrid, Antonio Cassano, tampoco le han salido gratis sus enfados con el entrenador Fabio Capello. No sabe asumir la disciplina del equipo y, de momento, le han abierto expediente que tendrá su correspondiente sanción. Si es titular y juega, Cassano contento. Si se queda en el banquillo o es sustituido, se encarga de recordarle a Capello unas cuantas cosas de su pasado en Roma. Guinda para la jueza y la comisión deportiva que han puesto a cada uno en su sitio y sirven de ejemplo para la sociedad.