Ha servido para poco
La muerte en poco más de una semana de siete mujeres a manos de alguien que convivía con ellas, pone en evidencia que la Ley de violencia doméstica ha servido de poco. Si una de las finalidades de las leyes penales es ejercer un efecto disuasorio, en este caso no lo ha ejercido, ya que desde que se aprobó hasta ahora, no solo no ha disminuido la violencia contra las mujeres sino que parece que ha aumentado. El hecho que algunas de esas mujeres asesinadas fueran inmigrantes de diferentes nacionalidades resalta que este es un problema generalizado que no se resuelve solo con leyes o con educación. En mi opinión, es algo que tiene bastante que ver con el relativismo ético, el predominio de la sensibilidad sobre la razón y la crisis de valores morales fruto de la descristianización de la sociedad. Exactamente lo mismo está en el origen de los actos vandálicos de muchos jóvenes que se suceden cada vez con mayor frecuencia. Como dijo Dostoievski, "Si Dios no existe todo está permitido".
