Una vida ancha

Mejor pidamos una existencia ancha, antes que larga. Nuestra esperanza de vida se alarga, pero la vida no siempre se ensancha. Antes de pasar a mejor vida, todos deseamos una vida larga: Parece que olvidemos el ancho de vida. Para sentirnos a nuestras anchas, la vida exige compromiso y militancia… con aquello que es importante,… para cada uno de nosotros,… aunque no lo sea para otros. A veces pensamos: “Soy un fracasado. ¿Qué he hecho con mi vida?”. Y la mejor respuesta nos la dan los nuestros, los más próximos: “¡Te diremos lo que has hecho de tu vida! Has sabido ganarte el amor de tu cónyuge y de tus hijos, de tus amigos y compañeros, a los que has dado cariño, fidelidad y vida. Nos has dado todo lo que pudiste, que nunca es poco”. Entonces comprendemos que podemos triunfar del todo. En el año del Quijote se ha dicho: “Sancho no es, se hace”. Lo mismo puede parafrasearse del espíritu: “Ancho no es, se hace”. Día a día, con un poco de esfuerzo diario. Dos recetas para una vida ancha. Cúmplelas y te quedarás más ancho que largo. Una proviene de un proverbio chino: “Quien cede el paso se ensancha el camino”. La otra de Gabriel Celaya: “Hago mías las faltas. / Siento en mí a cuantos sufren / y canto respirando. / Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas / personales, me ensancho”.

 

Video del día

Detenida en Madrid una kamikaze borracha y
con un kilo de cocaína en el maletero
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato