¿Juega ETA al despiste? El ‘chasco’ que se ha llevado la Policía con los documentos incautados a Martitegi y su ‘comando’: el ‘Zutabe’ es de 2007

Jurdan Martitegi, el jefe de los ‘comandos’ de ETA, portaba consigo abundante información. Los agentes franceses y españoles que participaron en su detención pensaron en un primer momento que al tratarse de un etarra de gran importancia en la banda disponía de datos claves. Pero no ha sido así.

Fuentes de la operación en la que se detuvo a Martitegi y al ‘comando’ que tenía preparado atentar con coche bomba el día de la sesión de investidura de Patxi López, y en la que participaron perfectamente coordinados agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Gendarmería, explican a El Confidencial Digital que el máximo dirigente del ‘aparato militar’ de ETA portaba información para, probablemente, despistar a la Policía en caso de ser detenido.

Martitegi llevaba consigo, además de una pistola, varios carnés de identidad falsos y más de 2.000 euros en metálico, una memoria USB, siete tarjetas digitales de tipo SD y varios documentos redactados en euskera relativos a la fabricación de explosivos. Gorka Azpitarte, el ‘chófer’ de Martitegi, por su parte, portaba DNIs falsos, casi mil euros en metálico, cinco USBs y un ordenador portátil.

Los expertos policiales indican que, en efecto, los datos que guardaban ambos etarras son superficiales y mínimos para conocer a fondo la estrategia de ETA. Los primeros análisis confirman que se trata de información muy genérica sobre, principalmente, objetivos, manuales de diversos tipos y datos sobre empresarios a los que exigir el impuesto revolucionario.

Idéntica situación se produce con los datos incautados al ‘comando’ detenido en Vitoria: en sus casas almacenaban datos que no van a servir para desarticular más ‘comandos’ o detener a más dirigentes de la banda terrorista.

Los especialistas de la Policía Nacional, los encargados de esta operación judicializada por Baltasar Garzón, llaman la atención sobre dos datos que parecen evidenciar que ETA podría estar intentando despistar a los investigadores:

-- Uno de los etarras detenidos en Vitoria, Igor García Ochoa, guardaba en su domicilio un ‘Zutabe’ –revista de distribución interna de ETA. Pues bien, se trata de la publicación 112, fechado en septiembre de 2007. En él se analiza a fondo el proceso negociador entre la banda terrorista y el Gobierno de Rodríguez Zapatero, por lo que sus datos son antiguos.

-- Además, el mismo etarra disponía de una agenda manuscrita en la que aparecían citas y datos del año 2000. La información de este calendario no va a servir para nada a la Policía.

La única posibilidad que les queda a los agentes para sacar algo en claro de la detención de Martitegi es continuar analizando los archivos informáticos que se le incautaron en el momento de su detención. La desencriptación de los mismos puede tardar varios meses o incluso años.

De momento, el calendario que llevaba Martitegi encima es hasta el 31 de mayo, por lo que no se conocen los planes e intenciones que tomará la dirección etarra a partir de este momento.

 

Las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por este confidencial concluyen que fue un verdadero ‘chasco’ detener a uno de los etarras más buscados en los últimos tiempos y al ‘comando’ que preparaba un atentado inminente y comprobar que la información que tenía es nula.

Por último, otro de los datos que ha hecho sospechar de una posible maniobra de despiste ha sido el hallazgo de un censo etarra totalmente desfasado: Ekaitz Sirvent, detenido en Francia el pasado 10 de abril llevaba consigo una lista de etarras de los cuales, según las fuentes consultadas, el 90% aproximadamente se encuentran ya en prisión. Son, por tanto, informaciones y datos muy desfasados.

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