Selfies, discursos y abrazos, la reina Letizia asume cada vez mayor protagonismo público

Con el visto bueno de La Zarzuela, ha aumentado su presencia y ofrece una imagen de mayor cercanía

La Reina Letizia y el Rey Felipe VI, saludan a los asistentes a su llegada a la comarca cacereña de Las Hurdes, con motivo del centenario de la visita que realizó el Rey Alfonso XIII.
La Reina Letizia y el Rey Felipe VI, saludan a los asistentes a su llegada a la comarca cacereña de Las Hurdes, con motivo del centenario de la visita que realizó el Rey Alfonso XIII.
  1. Precauciones máximas en los inicios
  2. Soltando la mano
  3. Un abrazo en público y una carta
  4. Enfermedades raras
  5. La historia de Marco
  6. Periodista principiante
  7. Un caso conmovedor
  8. Cómo conoció al príncipe Felipe
  9. “La quiero mucho”
  10. En inglés y con el móvil
  11. “Soy la última”
  12. Salud mental
La Reina Letizia, muy cercana con la multitud que la aguardaba en Córdoba.
La Reina Letizia, muy cercana con la multitud que la aguardaba en Córdoba.

El 30 de mayo, la reina presidió en el Círculo de Bellas Artes el acto conmemorativo del Día Mundial de la Cruz Roja y sorprendió a los asistentes pronunciando unas palabras en ucraniano. Es un gesto más que confirma que doña Letizia se ha soltado y en público asume cada vez mayor protagonismo. 

Al comenzar el discurso, se dirigió al presidente de la institución en Ucrania, Nikola Polishchuk, a quien entregó la Medalla de Oro de la Cruz Roja Española, y le dio la bienvenida diciendo: “Laskavo prosymo do Ispaniyi”. “Creo que significa ‘bienvenido a España’ en ucraniano, si no me equivoco”, añadió.

En el acto, celebrado bajo el lema “Hacemos desde el corazón”, hablando sobre el trabajo de Cruz Roja, dijo: “Esta ocasión nos demuestra que, al menos por un día, podemos sentir que, como sociedad, estamos haciendo las cosas un poco mejor”.

Otra anécdota del acto se produjo cuando una de las premiadas tropezó y cayó ante la reina, quien le ayudó a ponerse en pie, mientras le abrazaba, y, para animarle, quitaba hierro al momento que acababa de vivir.

Precauciones máximas en los inicios

Expertos en monarquía, a los que ha consultado Confidencial Digital, explican que, de un tiempo a esta parte, el protagonismo público de la reina ha ido claramente en aumento, algo que atribuyen a una decisión estratégica del equipo de La Zarzuela que consiste en permitirle actuaciones relevantes, incluyendo discursos con mayor contenido.

Según estas fuentes, al inicio del reinado de Felipe VI, en 2014, la Casa del Rey adoptó muchas precauciones, siguiendo el lema: “Lo importante es no equivocarse”. 

Se trataba de extremar el cuidado, en unos comienzos complicados tras la abdicación de don Juan Carlos, que además se vieron continuados por las noticias sobre su fortuna fuera de España, el abandono del país, etc.

Soltando la mano

Cuando se acerca la celebración (en 2024) de los diez años desde la llegada de Felipe VI al Trono, la actitud de La Zarzuela ha ido cambiando, permitiendo gestos y actitudes mucho más desenvueltos y espontáneos, como ocurrió, por ejemplo, con la imagen del rey en Cádiz tamborileando con un cajón. 

Según algunos analistas, esa escena ha contribuido a normalizar la figura del monarca y acercarle a los españoles de a pie más que la mayor parte de los gestos anteriores.

 

La nueva actitud se demostró también en los selfies que se hicieron los miembros de la familia real el día de la confirmación de la infanta Sofía, colgados después en redes sociales.

Un abrazo en público y una carta

Ese política más relajada afecta especialmente a la reina Letizia, que cada día tiene mayor protagonismo, también pronunciando con discursos de impacto en la sociedad. 

Últimamente se le nota mucho más suelta que en los primeros años: ha perdido en gran medida la rigidez inicial y se muestra cercana y hasta despreocupada.

A propósito de gestos en público, en septiembre pasado, Letizia asistió a la clausura de la XIV convocatoria de proyectos sociales Euros de tu Nómina, una iniciativa del Banco Santander para impulsar proyectos que mejoran la sociedad. Allí, una mujer de 91 años, Marujita, exclamó: “Letizia, me vas a perdonar. ¿Me darías un abrazo?”. 

La reina bajó del estrado y se fundió con ella en un abrazo, una imagen que se hizo viral.

La protagonista, beneficiaria de la Fundación Grandes Amigos, que acompaña a ancianos que sufren soledad, ha contado que posteriormente recibió una carta de la reina. “Me dice que hará lo posible para poder visitarme en mi casa. Eso no lo hace cualquiera”.

Enfermedades raras

Desde hace años, la reina muestra una dedicación especial a quienes sufre enfermedades raras y a combatirlas. Se calcula que alrededor de tres millones de personas padecen alguna de estas dolencias.

El 16 marzo, presidió en Santiago de Compostela el acto por el Día Mundial de las Enfermedades Raras, en el que pronunció un discurso que puso en pie a todo el auditorio para aplaudirle.

Habló de “los desafíos a los que os enfrentáis las personas con una enfermedad poco prevalente y vuestras familias”, entre ellos la necesidad de un temprano diagnóstico como punto clave.

“Todos hemos tomado nota. Todos sentimos -dijo- que hay que seguir el esfuerzo y el compromiso (instituciones, sociedad civil, cada uno de nosotros) para entender bien lo que significa que te toque convivir con una enfermedad poco frecuente”.

La historia de Marco

Recordó entonces la historia de un niño de cinco años llamado Marco. “Lo conocí el año pasado, en León, en un día como el de hoy. Marco tenía síndrome de Schaaf-Yang, y, hace dos meses, su padre, Ricardo, me mandó una carta para decirme que Marco, después de cinco años polimedicado, con severa discapacidad intelectual, alimentado por sonda, con una traqueotomía, con todos los cuidados posibles y todo el amor, murió tranquilo junto a sus padres y sus hermanos. Aquel día de marzo, en León, no pude intercambiar ni una palabra con Marco, pero me dio un beso y me miró. Y fue suficiente”.

“Marco no es el primero ni será el último. Cuando no se puede curar, se puede cuidar. Trato humano, recursos, apoyo emocional, información clara y comprensible, escuchar, complicidad en el proceso, atención integral”, concluyó, antes de los aplausos. 

Algunos analistas y columnistas comentaron entonces que La Zarzuela tenía que “soltar más” a la reina Letizia.

Periodista principiante

A principios de abril, Letizia protagonizó otro gesto relevante: grabó unas palabras para el vídeo preparado con motivo del 50 aniversario de Informe Semanal, pronunciadas con gran naturalidad y eficacia comunicativa.

“Yo solo fui -afirmó- una sustituta de verano hace más de 20 años, y solo puedo agradecer sumarme a la felicitación a todos los grandes profesionales que durante 50 años nos han ayudado a conocer el mundo”.

“Pasé de puntillas y con la ilusión de ver de cerca aquella redacción que siempre fue el sueño de los estudiantes de Ciencias de la Información. Todos queríamos ser reporteros de Informe Semanal. No lo conseguí, pero a mis 50 años formó y forma parte de mi vida”.

Un caso conmovedor

Al igual que hizo en el acto de las enfermedades raras, Letizia recurrió a relatar un caso conmovedor. Para ejemplificar lo que significa el programa para ella, recordó un reportaje de Informe Semanal que -según reconoció- le marcó la vida.

En noviembre de 1985, con tan solo 13 años, vio "a la hora de la cena", un reportaje sobre la erupción del volcán Nevado del Ruiz, en Colombia. "En la pantalla apareció otra niña. Tenía mi edad, y se llamaba Omaira. A punto de morir y con el agua al cuello, atrapada en el lodo (...) su mirada se clavó en la cámara de Evaristo Canete, a quien tuve la oportunidad de conocer muchos años después". 

Este reportaje -concluyó-  “me permitió descubrir el valor del periodismo serio y riguroso”.

Cómo conoció al príncipe Felipe

Precisamente su paso esporádico por Informe Semanal fue el origen del noviazgo de Felipe y Letizia. Tal como se relata en el reciente libro “Los hombres de Felipe VI”, de José Apezarena, el 17 de octubre de 2002, Pedro Erquicia organizó una cena en su casa de la calle Claudio Coello, a la que invitó a Manuel Rubio, director adjunto de Informe Semanal.

Como no podía acompañarle su esposa, Erquicia le pidió que acudiera “con una chica guapa de la tele”, y eligió a Letizia Ortiz, con la que mantenía Rubio cierta amistad desde de que ella presentó el programa aquel verano de 2002, en sustitución de Baltasar Magro. 

Su asistencia a la cena no estaba programada, y por tanto no es cierta la versión de que Felipe estuviera atraído por ella tras verle en televisión y que pidiera que la invitaran.

“La quiero mucho”

De un tiempo a esta parte, Letizia se muestra más cercana al público, y dispuesta a aproximarse a la gente que está en la calle asistiendo a algún acto. El 13 de abril viajó a Córdoba, para presidir la tercera jornada del Tour del Talento, un proyecto que tiene como objetivo impulsar el futuro de los jóvenes en las Artes y las Letras.

La reina suele recibir muchos aplausos cuando está en la calle, de camino a un acto. Aquel día se acercó sonriente a las personas que se habían congregado para verle. Una señora no paraba de llamarle, hasta que consiguió que se aproximara a ella. “¡Doña Letizia -exclamó-. La quiero mucho a usted, a su marido y sus a hijas”. Aunque a continuación añadió: “El resto, ¡a tomar por culo!”. La reina se quedó sin saber cómo reaccionar, y acabó lanzando un “¡Vaya!”.

La escena del saludo se repitió hasta la saciedad en las televisiones y en las redes sociales.

En inglés y con el móvil

El 26 abril, Letizia intervino en la inauguración de la novena edición de la European Conference on Tobacco or Health, que se celebraba en IFEMA, en Madrid. Y pronunció el discurso íntegramente en inglés.

“Fumar no es un hábito -dijo-, es una enfermedad. Y debemos ayudar a quienes la padecen”. Defendió que aumentar el precio del tabaco puede ser una buena estrategia para "reducir su consumo

Y llamó la atención el hecho de que no llevaba papeles, sino que, durante el discurso, se sirvió de la ayuda de su teléfono. Subió al escenario con el móvil en la mano y lo colocó en el atril para que le sirviera de guía.

“Soy la última”

El 10 de mayo, la reina viajó a Zagreb (Croacia) con motivo del celebración del Congreso sobre Prevención de la Obesidad Infantil, organizado por la Organización Mundial para la Salud, un asunto del que se ha ocupado durante años, hasta el punto de en 2015 fue nombrada embajadora especial de la FAO para la Nutrición.

Habló igualmente en inglés, pero en un determinado momento, haciendo gala de naturalidad y de dominio de la escena, consciente de que el encuentro se había alargado, formuló una espontánea petición a los presentes. “Soy la última antes del tiempo para el café. Por favor tened paciencia, solo serán cinco minutos”.

Salud mental

A mediados de ese mes, como Presidenta de Honor de UNICEF España y Defensora para la Salud Mental de la Infancia y Adolescencia, presidió la inauguración del XXII Congreso Salud Mental España.

Allí pronunció un discurso serio, bien fundamentado teóricamente, en el que  destacó la importancia de la formación en salud mental durante las etapas básicas de la educación. Sobre la salud mental, dijo:  “Todos en algún momento necesitamos parar”. 

Fue un discurso hasta reivindicativo, porque destacó cifras que muestran el esfuerzo que todavía debe destinarse a ese problema en nuestro país. “En España -destacó- por cada 100 mil habitantes hay seis psicólogos clínicos, tres veces menos que la media europea”.

La Reina Letizia a su llegada al acto oficial por el Día Mundial de las Enfermedades Raras (Foto: Álvaro Ballesteros / Europa Press).
La Reina Letizia a su llegada al acto oficial por el Día Mundial de las Enfermedades Raras (Foto: Álvaro Ballesteros / Europa Press).

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