6.500 millones de litros de agua mineral entre turistas y españoles: el consumo previsto en este año caluroso

España atraviesa uno de los veranos más calurosos desde que hay datos, según indican los expertos. Y es que hasta la fecha, ya han tenido lugar dos olas de calor, más la que se ha registrado esta semana.

La continua hidratación a base de agua es primordial para combatir estas temperaturas y evitar las complicaciones que pueden provocar en la salud. Esto ha propiciado que el consumo de esta bebida durante la época estival de los últimos años ha sido bastante mayor que durante el resto de las estaciones.

De hecho, en este 2023, las previsiones de consumo son mayores que las del año pasado. "Esperamos recuperar los niveles previos a la pandemia, alcanzando una comercialización de 6.500 millones de litros de agua", indica Irene Zafra, secretaria general de la Asociación de Aguas Minerales de España (ANEABE).

A partir del estallido de la crisis sanitaria del Covid-19, estas cifras comenzaron a descender. Todo parece indicar que el cierre de la hostelería fue el principal motivo de este cambio ya que, según los datos que ha facilitado ANEABE a ECD, el 30% de las ventas corresponden a la hostelería.

Canarias, Baleares, Comunidad Valencia y Cataluña 

Las comunidades que más agua envasada, con o sin gas, consumen en sus hogares son, en este orden, el archipiélago canario, las Islas Baleares, la Comunidad Valenciana y Cataluña, seguidas de la Región de Murcia y Castilla La Mancha, según el Informe de Consumo Alimentario en España 2022 publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Teniendo en cuenta que según dicho estudio, el consumo per cápita medio de un individuo español es de 64,28 litros, en los archipiélagos esta cifra se duplica, siendo de 146,5 y 127,9 litros por persona y año, canario y balear respectivamente.

En el extremo opuesto se sitúan, de menor a mayor consumo, la Comunidad de Madrid, el País Vasco y la Comunidad Foral de Navarra con cifras proporcionalmente inferiores a su cuota poblacional.

Todo parecer indicar que dichas diferencias de consumo de agua embotellada están relacionadas con el grado de dureza del agua del grifo, ya que Madrid, Murcia, Vizcaya y Guipúzcoa, entre otras, tienen aguas blandas y por ende con "buen" sabor, mientras que la de Castilla La Mancha, Cataluña, Murcia y Baleares tienden a ser bastante más duras y con peor sabor, según un estudio de la OCU.

Llama la atención el caso del archipiélago canario ya que a pesar de que tienen agua blanda, según dicho análisis, y concretamente la de Las Palmas de Gran Canaria es considerada como una de las mejores del país, registran el mayor consumo de agua mineral del país. Esto puede deberse a todos los procesos de desalinización por los que pasa antes de llegar a los hogares que provocan que sepa diferente.

Más consumo que hace 20 años

La secretaria general de ANEABE ha incidido a ECD que "la población se preocupa cada vez más por lo que come y también por lo que bebe. Se demandan productos 100% naturales como el agua mineral ya que a nivel general la ciudadanía se ha vuelto más exigente y reclama productos que cumplan con una garantía de calidad que les genere una confianza en cuanto a seguridad alimentaria".

De hecho, añade que desde hace 20 años el consumo doméstico de agua mineral en España ha crecido de forma constante. De hecho, si se compara el consumo per cápita del año 2000 con el del 2022, últimos datos más recientes, se puede ver que el aumento ha sido de un 78%. 

La sequía no es una amenaza

A pesar de que la actual sequía que atraviesa el país está afectando en gran medida al sector primario, sobre todo a la agricultura y a la ganadería, desde la asociación mayoritaria aseguran a Confidencial Digital que a este sector no le está perjudicando en absoluto.

"Las aguas minerales tienen un origen subterráneo, profundo. La renovación de los acuíferos se realiza gracias a las lluvias que se producen a lo largo de decenas de años -ciclos muy largos-, por lo que efectos meteorológicos excepcionales –y puntuales– como la sequía no influyen en los mismos ni altera el nivel de agua de los acuíferos. El balance hídrico compensa años secos con años lluviosos", explica Irene Zafra.