Se desploma un 50% el negocio de patinetes eléctricos por las restricciones
La patronal ha detectado que los más perjudicados son los pequeños empresarios, mientras que Decathlon y MediaMarkt registran un ligero repunte de ventas
- Prohibición en el transporte público y en los trenes de Renfe
- Restricciones en otras ciudades europeas
- Nuevos requisitos para comercializar VMP
Varias empresas dedicadas a la venta y reparación de patinetes eléctricos se han visto “gravemente” perjudicadas por las recientes prohibiciones. Se trata de comercios locales cuya actividad económica se ha desplomado un 50%, según cifra la Federación Española de Vehículos de Movilidad Personal (Fevemp), que señala que los más afectados son los pequeños empresarios.
Los usuarios –explican desde la patronal– no pueden llevar a reparar sus VMP a los talleres. “Ni siquiera es posible traer un patinete nuevo en su embalaje original en el transporte público”, lamentan. En cambio, las ventas han seguido aumentando ligeramente en páginas de comercio electrónico y establecimientos grandes, como Decathlon o MediaMarkt.
Prohibición en el transporte público y en los trenes de Renfe
Algunas comunidades autónomas, como Madrid, Andalucía y Cataluña, han prohibido los patinetes eléctricos en el transporte público por motivos de seguridad. El pasado mes de octubre, explotó una batería en el interior de un vagón del metro de Madrid. No se registraron víctimas pero el convoy quedó completamente calcinado. Días después las autoridades de la capital española anunciaron la decisión de restringir el acceso de estos vehículos a metros y autobuses.
En Barcelona también han ocurrido accidentes de este tipo. Uno de ellos –el que empujó a la Generalitat a tomar medidas– ocurrió a finales de 2022, cuando se incendió un patinete eléctrico en un tren dejando cinco heridos leves.
Renfe tampoco permite la entrada de patinetes eléctricos en sus trenes desde noviembre. La medida se basa en "criterios de salud pública y de seguridad de los viajeros", según informó la compañía ferroviaria.
La Fevemp condenó "rotundamente" la decisión de Renfe y la calificó de "discriminatoria e injustificada". La asociación subrayaba, a través de un comunicado, que "durante seis años de convivencia [...] los usuarios han podido viajar con su vehículo en el portaequipajes sin que hubiera incidencia alguna durante todo este tiempo. Los recientes casos aislados del transporte público urbano no justifican esta medida". Y concluían: "La prohibición no es la solución".
Restricciones en otras ciudades europeas
Algunas capitales europeas también han impuesto restricciones. Londres ha vetado los patinetes eléctricos en el transporte público tras dos explosiones de baterías. En París directamente ya no se pueden ni alquilar. La capital francesa adoptó esa medida tras celebrar un referéndum público en el que la mayoría de ciudadanos votó a favor de prohibir este tipo de transporte en las calles.
Madrid, por ahora, se desmarca de esa decisión, pero sí ha adoptado recientemente medidas como la limitación de 10.000 a 6.000 los patinetes que podrán operar en la capital y la obligación de los operadores a retirarlos donde provoquen molestias a los ciudadanos en un plazo máximo de 48 horas.
Nuevos requisitos para comercializar VMP
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha implementado nuevas normas para la regulación de los VMP. Desde enero de este año solo se permite la venta de aquellos vehículos que cuenten con un certificado que autoriza a circular por las vías.
La DGT ha establecido como requisitos la presencia de dos frenos independientes, una velocidad máxima de 25 km/h y la incorporación de catadióptricos como dispositivos de iluminación, entre otros. También se regulan aspectos como la longitud máxima (2.000 milímetros), la altura máxima (1.400 mm) y la anchura máxima (750 mm).
Tráfico pretende así “velar por la seguridad vial” y definir “unas garantías de calidad y durabilidad mínimas exigibles”, según detallan en su página web.
