Un país europeo le copia a Marruecos la estrategia que empleó en Ceuta enviando a España a miles de migrantes

Europa afronta una nueva crisis migratoria. Miles de personas están entrando de manera ilegal a diario en territorio de la Unión Europea. Sin embargo, esta vez la oleada de migrantes no procede de un país de fuera del continente.

Bielorrusia, un Estado situado en el corazón de Europa, está enviando masivamente migrantes para presionar a la UE por las sanciones impuestas al régimen de Lukashenko tras la represión de las protestas del pasado año. El modus operandi recuerda mucho al empleado en Marruecos el pasado mayo, cuando el país magrebí envió a 10.000 migrantes a España como protesta por la acogida al líder del Polisario en un hospital de Logroño.

Las fronteras que se han visto afectadas por esa ola humana son la lituana y la polaca. Estos dos países reciben a diario cientos de migrantes oriundos de Oriente Medio que vuelan desde sus países de origen a Bielorrusia. Incluso la prensa local reporta que se han incrementado las conexiones aéreas con Estados como Irak en los últimos meses, y desde allí son llevados en supuestas expediciones turísticas a territorio europeo. Cuando son descubiertos en suelo lituano o polaco, los migrantes son devueltos en muchas ocasiones a la frontera; pero estos no pueden retornar, ya que las fuerzas de seguridad bielorrusas les impiden la entrada, quedando así en un limbo.

Lukashenko, conocido como el último dictador de Europa, ataca así a la Unión con una de las armas que más daño le ha hecho en el pasado: la inmigración.