Guindilla a Ignacio Garriga por interrumpir su mitin y enfrentarse a un grupo de alborotadores

'Tensión' es un simple vocablo de siete letras que puede parecer inofensivo, siempre y cuando no entren 'VOX' y 'Barcelona' en la misma ecuación. Pues, en detrimento de la paz y la serenidad, la tormenta emergió el pasado domingo cuando en pleno mitin en el municipio de Badalona, un grupo de manifestantes armados con banderas arcoiris e independentistas, buscaron a través de la provocación llamar la atención del secretario general de VOX, Ignacio Garriga.

"Voy a interrumpir este mitin y voy a contar los metros que tengo hasta esta gente, hasta que los cuerpos de seguridad no desalojen", y es que Garriga buscaba denunciar la proximidad que tomaron los agitadores en su protesta. El problema es que perdió los papeles y se enzarzó, encarándose de manera violenta con el bando, trocando así la escena en un vodevil, con los silbidos, exabruptos y abucheos como argumento principal.

Las redes no tardaron en condenar la conducta agresiva del político catalán, a pesar de que también hubo quienes lo defendieron, escudándose en la pasividad de los Mossos. Sea como fuere, dicho comportamiento tan combativo jamás debería florecer en un político. Si no dan ejemplo ellos...