El pueblo asturiano donde vive Blanca Romero y que ha sido premiado por algo que pocos saben
En el corazón de Asturias, una pequeña parroquia ha captado la atención por su entorno natural, su ritmo pausado y su cercanía a Gijón. Se trata de un refugio de montaña elegido por una reconocida actriz española para desconectar del ruido mediático.
Con menos de 400 habitantes, este enclave ofrece una combinación única de tradición, sostenibilidad y silencio. Pero hay un detalle que lo distingue aún más y que no todos conocen.
Un rincón asturiano en plena naturaleza
Situado a apenas 20 minutos de Gijón, Peón —también conocido como Pion— es una parroquia del concejo de Villaviciosa que representa como pocas el ideal del turismo rural de otoño: paisajes verdes, olor a leña y sabor a sidra. Tal y como ha destacado El Confidencial, esta localidad se ha convertido en el refugio personal de Blanca Romero.
Peón combina el encanto de lo sencillo con una ubicación privilegiada entre valles y montañas. La actriz asturiana, que ha vivido entre platós y grandes ciudades, decidió volver a su origen construyendo aquí su hogar definitivo. Junto a su padre, diseñó una casa de dos plantas, proyectada desde su infancia como el lugar al que siempre quiso regresar.
El estilo de vida que sedujo a Blanca Romero
La presencia de Blanca Romero en Peón no es casual. Junto a su hijo menor y sus dos perros adoptados, ha abrazado una vida alejada de compromisos mediáticos. Tras su paso por programas como "Bailando con las estrellas", no dudó en declarar su intención de volver cuanto antes a su "tierrina".
Este enclave le ofrece precisamente eso: rutina, calma y contacto con la tierra. Un entorno que privilegia el tiempo lento y que ha sido clave para su equilibrio personal y familiar.
Un reconocimiento que impulsó el turismo local
Peón no solo destaca por ser el refugio de una actriz conocida. En 2023, recibió el Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias, compartido con las parroquias vecinas de Arroes y Candanal. Esta distinción, otorgada por la Fundación Princesa de Asturias, reconoció el esfuerzo colectivo de sus habitantes para preservar el medio ambiente, proteger el patrimonio y fomentar una economía local basada en la ganadería y las tradiciones rurales.
Desde entonces, el interés por visitar este lugar ha crecido notablemente. La visita oficial de los Reyes de España reforzó su visibilidad y consolidó su imagen como destino sostenible.
Senderismo, tradición y gastronomía
Quienes deciden acercarse a Peón pueden acceder por la carretera AS-331, que conecta rápidamente con Gijón. Una ruta cómoda que cruza paisajes verdes y montes que cambian de color en otoño. Para los amantes del senderismo, destacan itinerarios como la ruta desde el Área Recreativa de Peón hasta el vértice geodésico de Curiella, el Cordal del Peón o el largo recorrido hacia Borines atravesando enclaves naturales y culturales.
Además, la oferta gastronómica local conserva la esencia asturiana: platos caseros, ingredientes de kilómetro cero y sidra natural elaborada en el entorno de Villaviciosa.
Entre modernidad y arraigo rural
Villaviciosa y sus parroquias han sabido equilibrar la modernidad con la tradición. Ese contraste es parte de su atractivo: naturaleza sin artificios, vida sencilla y una identidad intacta. La visibilidad que aporta Blanca Romero ha impulsado aún más el interés por este enclave donde vivir o pasar unos días se traduce en volver a lo esencial.
Peón es mucho más que un destino turístico. Es un símbolo del Asturias rural que resiste, que se organiza, que se transforma sin perder sus raíces. Y esa combinación, tan difícil de encontrar, es la que lo convierte en un lugar ejemplar.