Auditorías para empresas: todo lo que debes conocer sobre este servicio

La estabilidad de una empresa no es algo que se produzca por arte de magia o como fruto de la casualidad. Es el resultado de un amplio volumen de variables, quedando todas ellas bajo unos estándares de rigor incontestable. No obstante, controlar dichos factores de manera integral resulta prácticamente imposible y, como dueño de una compañía, estás obligado a supervisar continuamente lo que sucede dentro del negocio. Momento en el que las auditorías externas entran en juego: un servicio clave que va a evaluar por ti la corporación en aras de garantizar que todo se encuentre en su óptimo estado.

En qué consiste una auditoría externa

Antes de nada, es importante dejar claro en qué consiste exactamente una auditoría externa. Estamos ante un trabajo que recae en manos de un profesional ajeno a la compañía, quien examinará los diferentes departamentos de la empresa para así certificar que todo esté en buenas condiciones. Un especialista que, para poder operar según los estándares legales, ha de estar inscrito en el Registro Mercantil y en el ROAC.

Las auditorías externas pueden realizarse con fines muy diversos. En este sentido, encontramos algunas que suelen ser de carácter obligatorio en muchos casos, como las cuentas anuales. También existen otras que sirven para evaluar una empresa ante el interés de compra de un inversor, proceso conocido como due dilligence.

Sea como sea, se presenta como un elemento fundamental en términos de estabilidad corporativa. El alcance de lo que se investiga durante el proceso se define en el contrato que se firma. Sin embargo, si verdaderamente se pretenden alcanzar buenos resultados, lo más adecuado es dar libertad al auditor para que inspeccione tantas secciones de la compañía como sea posible.

Despachos que garantizan los mejores resultados

Recordemos que los buenos resultados de una auditoría no son aquellos que indican que todo funciona correctamente, sino los que realmente exponen la realidad interna del negocio. Esto nos lleva a hablar del despacho AOB auditores, el cual se ha convertido en un absoluto referente entre las empresas medianas y pequeñas.

Mientras que las grandes corporaciones tienen el servicio de auditoría cubierto, fruto de las firmas conocidas como Big Four (los cuatro principales despachos del país), quienes tienen un negocio de menor tamaño no siempre saben a quién acudir. Es en este punto en el que entra en juego AOB Auditores: un despacho con varias oficinas repartidas por todo el país que goza de un prestigio incontestable en el sector.

AOB Auditores surge de la colaboración entre varios despachos que, desde 1975, decidieron unir fuerzas para ofrecer un servicio de calidad a sus clientes. Por consiguiente, si no tienes claro a quién recurrir para este tipo de inspecciones, te animamos a que te pongas en contacto con este colectivo empresarial. Sus resultados hablan por sí solos, evidenciando el rigor que depositan en cada investigación.

Tiempo y dinero: ¿cuánto cuesta una auditoría externa?

Llegados a este punto, quizás te estés preguntando cuánto dinero te va a costar la auditoría externa. No obstante, lamentamos decirte que es prácticamente imposible dar una cifra ni tan siquiera aproximada. Todo depende del número de horas que se vaya a tener que dedicar al proceso; lo cual, por su parte, depende del tamaño de la empresa, del volumen de documentación y de la cantidad de departamentos a auditar.

Por su parte, la inversión de tiempo también se ve influenciada por las dimensiones de la empresa. Sin embargo, por norma general, estas revisiones (como la de cuentas anuales) se suelen cumplimentar en un margen de dos meses. Aunque estos plazos son variables y lo mejor es solicitar un presupuesto al despacho en cuestión.

Así pues, si quieres realmente saber lo que ocurre a tus espaldas en la compañía, delega en una buena auditoría externa. Su interés no es otro que el de mostrarte la verdad tal y como es. Una estrategia óptima para mejorar los procesos de la empresa y, por ende, incrementar valores clave para el éxito corporativo como la eficiencia, la productividad o la rentabilidad.