Checklist para pasar la ITV de tu vehículo

Todos los coches de más de cuatro años tienen que pasar la ITV, una inspección en la que se cercioran de que nuestro automóvil puede circular sin peligro. El día antes de llevar el coche conviene recopilar toda la documentación necesaria para pasar la ITV, así como hacer una revisión previa al vehículo. De esta manera, evitaremos tener que hacer varios desplazamientos.

Preparamos la documentación

La documentación imprescindible es el permiso de circulación y la tarjeta de inspección técnica. Lo usual es que lo llevemos en la guantera, en una pequeña carpeta que nos vino con el vehículo. Además, en la mayoría de las estaciones de ITV nos pedirán que tengamos cita previa, así que habrá que llevarla impresa o en el móvil. Podemos llevar también el DNI, aunque no lo suelen pedir, y lo mismo pasa con el justificante del pago del seguro.

Hay que revisar varios puntos del vehículo

Antes de ver las citas ITV que hay disponibles en nuestra estación favorita, que casi siempre es la más cercana, debemos revisar el coche. Existen varias cosas que podemos revisar nosotros mismos, pero lo mejor es acudir a un taller a que le hagan al coche lo que se llama “revisión pre ITV”.

Luces

Es lo primero que nos miran nada más entrar en la ITV. Esto lo podemos hacer nosotros, comprobando que todas funcionan y que no hay ninguna fundida. No obstante, es mejor si nos ayuda alguien, pues así es más sencillo verificar si funcionan las luces de freno y las de marcha atrás.

Humos

No es posible que viendo el humo que sale por el tubo sepamos si los valores son los correctos, pero sí que vamos a ver si no tiene el color adecuado o es muy denso.

Sistema de frenado

A simple vista, comprobamos si las pastillas de freno tienen el grosor adecuado y cómo están los discos de freno. Para los discos les pasamos el dedo y así notamos si hay mucho escalón. Lo mejor es que en un taller con rodillos vean si la frenada es la correcta, si hay una rueda o un eje que frena más que otro, etc.

Amortiguadores

De entre todos los elementos de desgaste de un automóvil, los amortiguadores son de los que más duran. Por eso, casi nunca nos damos cuenta de que se han deteriorado hasta que el coche comienza a rebotar demasiado en la carretera. Así que, para comprobarlos, hay que ir a un taller. Allí verificarán si funcionan bien, algo que debería ser lo habitual por debajo de los 100 000 km.

Ruedas

Aquí sí que podemos hacer la inspección visual nosotros. Lo más importante es que no afloren los testigos de la banda de rodadura y que el desgaste sea uniforme. También hay que comprobar que no tengan cortes o abultamientos extraños, pasando la mano tanto por el exterior como por el interior.

Fugas en el vano motor

Desde hace unos años no se pasa la ITV con fugas en el vano motor. La más clásica es la de aceite, de modo que antes de ir hay que inspeccionar la zona del motor con una linterna y ver si sale aceite por alguna parte.