Grupo Lucas: conoce todo sobre esta planta de estiércol y compostaje en Orihuela

Una buena parte de las grandes empresas españolas comenzaron dentro del mismo núcleo familiar y Grupo Lucas no es la excepción, ya que en su concepción en el ya lejano 1970 empezó siendo una empresa familiar, algo que sigue presente a día de hoy.

Este gigante murciano pone comida en nuestra mesa gracias a las más de 100 000 toneladas de verduras y hortalizas que produce todos los años en sus 2500 hectáreas de cultivo, de las cuales se ocupan alrededor de 500 trabajadores.

En los últimos años, se han preocupado mucho por cuidar el entorno

Entre las características de esta empresa, se encuentra la adaptación al cambio. Por eso, están haciendo todo lo posible por cuidar el medioambiente, pues saben que es algo que les preocupa mucho a los consumidores.

La agricultura puede ser un sector muy contaminante, por lo que en Grupo Lucas se han puesto manos a la obra para mejorar esto. Así, entre las medidas que han llevado a cabo está la construcción de una planta de compostaje y estiércol en Orihuela.

Con ella, se pretende dejar de desperdiciar residuos orgánicos, los cuales son un tesoro si se tratan bien, convirtiéndose en un producto muy contaminante si no se compostan como es debido.

¿Cómo funciona esta planta?

El proceso comienza con los camiones de Grupo Lucas desplazándose por las explotaciones ganaderas y agrícolas de la zona. Allí recogen los residuos orgánicos que luego van a convertir en estiércol o abono.

Estos camiones llegan a la planta y descargan los residuos haciendo montones de gran tamaño, los cuales se riegan con un sistema de aspersores. Gracias a esa humedad el proceso es más rápido. Ya solo queda esperar, removiendo las pilas con el fin de facilitar la conversión de estos residuos en abono que se empleará para fertilizar los campos de una manera natural.

La planta está construida para que no contamine su entorno

Concentrar grandes cantidades de residuos orgánicos siempre es peligroso. En su proceso de curado sueltan una especie de líquido que se llama lixiviado y es muy peligroso. Por eso, este centro de Orihuela tiene una balsa impermeabilizada en donde caen estos lixiviados, que luego se tratan en una nave que hay en las mismas instalaciones. Así, se consigue evitar la contaminación de los acuíferos de la zona.

A su vez, la han vallado para que sea segura. Nunca se sabe quién puede entrar y lo cierto es que por las balsas y la maquinaria que se emplea no conviene que entre nadie ajeno o extraño.

Tampoco faltan los árboles por el perímetro, estos tienen el objetivo de crear una barrera visual y otra contra el viento, lo que ayuda a que este no penetre a las instalaciones. Así, en los días ventosos el estiércol no se esparce por todas partes.

En Grupo Lucas saben que a todos nos preocupa el cambio climático y el medioambiente. Por eso, ya llevan un tiempo dedicando todos sus esfuerzos a minimizar el impacto de su actividad, la agricultura, que puede llegar a ser muy contaminante.